Un bebé murió atropellado cuando jugaba dentro de un cajón de tomates

Un bebé de un año murió este martes luego de ser atropellado por una camioneta, cuando jugaba escondido en el interior de un cajón de tomates en una finca ubicada en la localidad de San Martín, en Mendoza.

"El hecho ocurrió en el interior de la finca rural, donde el conductor de una camioneta Hilux, de 24 años, hizo marcha atrás, no vio al menor que se encontraba jugando en el interior de una caja de tomate y lo chocó", informaron fuentes policiales.

El accidente se produjo a las 11 de la mañana, a las 11 en Carril Chimbas y Herrera. La víctima fue identificada como Ian Anthony González, con domicilio en la misma finca donde se produjo el hecho.

Un llamado al 911 alertó que se había producido un accidente en una finca y que habían atropellado a un menor. Cuando la policía y una ambulancia del centro de salud de Tres Porteñas arribaron al lugar del hecho constataron la muerte del pequeño.

Luego un médico diagnosticó la muerte por traumatismo craneal, producto de haber recibido un fuerte golpe en la cabeza.

Según informó el Ministerio de Seguridad, una camioneta Toyota Hilux, conducida por un empleado, Luis Alberto Subia, de nacionalidad boliviana y con domicilio en Tres Porteñas declaró que estaba trabajando en el interior de la finca Sánchez y al hacer marcha atrás sintió que atropello al pequeño a quien no había visto. El test de alcoholemia realizado por la policía tuvo resultado negativo.

Por su parte, la madre del menor, una trabajadora de nacionalidad boliviana, de 30 años, afirmó que se encontraba también trabajando en el interior de la finca cosechando tomates, y que Antony se encontraba jugando en el interior del cajón de verdura en el momento del accidente.

En el lugar del hecho se encuentra trabajando personal de la policía científica y el conductor de la camioneta fue aprehendido y trasladado a la Comisaría 55°, por directivas del ayudante fiscal. En el caso interviene la Oficina Fiscal de San Martín.

Este es el tercer niño que muere en el mes en lugares donde sus mayores responsables estaban trabajando. Erick Mamaní, de 6 años, falleció tras caer a un pozo de agua de más de 50 metros de profundidad. El lugar de la tragedia fue un predio ubicado en calle Urquiza al 700, en Guaymallén, donde su padre estaba trabajando como obrero en una construcción.

Una sema después, el 14 de marzo, Jonathan Pizarro, de 11 años falleció en un episodio similar, al caer a un pozo de agua en Uspallata. El pequeño también se encontraba jugando en un lugar que estaba en obras cuando cayó.