Saltó de un balcón a otro para salvar a un niño y los padres no le dieron ni las gracias
El hecho que se viralizó en las últimas horas, tuvo lugar en un edificio de Caballito.
Un acto de total heroísmo se vivió en el barrio porteño de Caballito, cuando el encargado de un edificio decidió saltar entre los balcones de la construcción, para rescatar a un pequeño niño, quien se encontraba en grave peligro de caer al vacío. Tras hacer el rescate, se conoció que los padres del menor estaban durmiendo y que ni siquiera le dieron las gracias al hombre.
La situación trascendió gracias a los vecinos de la zona, quienes no dudaron en darle aviso a Alejandro, el empleado del consorcio de departamentos. Fue así que el hombre resolvió intervenir para poner a resguardo al chico.
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Justamente, la secuencia quedó grabada por la cámara del celular de un vecino, en donde se ve el momento en el que el hombre se cruza de un balcón al otro, a pesar del riesgo que implicaba la maniobra, para luego alejar al pequeño de las orillas.
“Una señora de la zona me tocó el timbre y me dijo que había una criatura en el balcón”, contó Alejandro en diálogo con el canal TN, y luego agregó: “Les toqué el timbre, golpeé la puerta y nadie me contestó. Fui al departamento vecino y, sin dudarlo, salté al balcón”.
En este sentido, el empleado confió que el pequeño sólo estaba jugando, sin entender la gravedad de la situación.
Tras asegurarse que el niño no podría caerse, subió la persiana del departamento -que estaba baja y que impedía que el menor reingresará al inmueble- y buscó a los padres para contar lo sucedido.
“Empecé a aplaudir en la casa, diciendo ‘hay alguien aca’. Los padres estaban durmiendo. Según lo que me dijo, fue un descuido. Uno de los dos se olvidó de cerrar la persiana”, reconstruyó el encargado del edificio.
Al hombre le llamó la atención la reacción de la familia, luego de contar que el niño estaba en riesgo de caerse en el balcón. “El padre no caía porque recién se había despertado y no podía creer lo que estaba pasando”, añadió sobre los progenitores, quienes se habían mudado hace pocas semanas.
En este sentido, el encargado señaló que los padres ni siquiera le dieron las gracias por su gesto. “No, la verdad que no me agradecieron”, reconoció y concluyó sobre su heroico acto: “Los vecinos habían llamado a la policía. Ya se estaba empezando a trepar. Fue un acto sin pensar”.
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