Riesgo país: la crisis afecta las relaciones sexuales
Las preocupaciones socioeconómicas conducen a la falta de deseo.
Martín Pedoni
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Neuquén.- Que la boleta de la luz vino saladita este mes, que en el supermercado con la misma plata del mes pasado ya no alcanza para comprar los mismos productos, que la inflación no baja y el dólar llega a rozar los 18 pesos y algunos ya se animan a decir que antes de fin de año podría llegar a los 20. Todo este cúmulo de situaciones socioeconómicas, sumado a la rutina de cualquier pareja (más aun si hay hijos), conlleva a un nuevo fenómeno que se viene registrando: la pérdida del deseo sexual.
Las preocupaciones de la pareja para ver cómo sobrevivir, contando lo que falta pagar o comprar, ocupan más espacio en la relación que la apetencia por compartir un momento más íntimo.
El médico sexólogo Héctor Sandoval graficó esta tendencia: “Ocupás la mayor parte de tu cerebro, de tu conciencia, para enfocarte en la resolución del problema, y la partecita que utilizabas para pensar en el deseo, en las imágenes o para pensar en el deseo sexual se pierde, se hace cada vez más chiquita. Entonces cuesta más generar una situación sexual en la pareja”.
El facultativo reconoció a LM Neuquén que en el último año el 40 por ciento de las consultas se relacionó con una merma en el apetito sexual. La franja etaria entre los 30 y los 40 años es la que más la sufre. “El cerebro está destinado a ver cómo sobrevivir al problema que plantea la situación económica. Esto también se ha registrado, por ejemplo, en época de guerra, de hambruna”, sostuvo Sandoval.
Tanto el hombre como la mujer lo padecen, como así también quien tiene falta de deseo sexual o aquel que siente que no es consentido.
Sandoval explicó que “no sólo se trata de no tener ganas, es no generar una situación erótica ni tampoco reaccionar al estímulo de la otra parte”. Y este paso es fundamental para mantener una relación sexual, porque “es como poner primera en el camino del sexo”.
El deseo es la primera fase del ciclo. Sin él, no hay posibilidad de concretar el acto sexual.
Ni con la pastillita azul
“El viagra no te va a dar más ganas. Es un error conceptual”, enfatizó el doctor Sandoval.
El sexólogo aclaró que la famosa pastilla azul es un potenciador.
No obstante, el consumo de viagra se ha incrementado sensiblemente en los últimos años e incluso comenzó a ser utilizado, en forma alarmante, por jóvenes. Aunque se vende bajo receta archivada en las farmacias, el crecimiento en el mercado ilegal propulsa un peligroso combo junto al consumo excesivo de bebidas alcohólicas.
Falta de energía vital
“Hoy se trabaja muchas horas, muchas veces en horarios desfasados. Salís temprano, volvés tarde, después de todo un día de trabajo, a lo que se suman las situaciones ordinarias de una pareja, una familia o una casa. Y el sexo se deja para lo último, cuando uno se encuentra mentalmente agotado y físicamente cansado. Y entonces las prácticas sexuales de la pareja se vuelven predecibles y/o rutinarias, por lo que muchos prefieren mirar una película antes que generar una situación sexual”, comentó el sexólogo en referencia a cómo se va registrando la falta de deseo sexual.
Así, la libido, ese impulso sexual influenciado por las hormonas sexuales y que genera respuestas del sistema nervioso simpático y parasimpático, pareciera no reaccionar ante la falta de la energía vital. “El deseo sexual es una parte de esa energía vital. Si hay factores externos que están angustiando a la persona, la energía sexual, como cualquier tipo de manifestación vital, se va a ver afectada”, explican los psicólogos especialistas en un estudio relacionado con la problemática, que muchas veces lleva a la ruptura de parejas.
¿Y la solución?
Ni la famosa pastillita azul –el viagra– ni cambiar de pareja, en el más extremo de los casos, serán una solución para recuperar el deseo sexual. Tampoco esos extraños afrodisíacos ni los yuyitos para el amor.
“Lo que hay que hacer es reorganizar la vida, reenfocarte. Establecer nuevamente la escala de las prioridades”, resumió Sandoval. Y agregó: “Es la disfunción sexual más difícil de tratar, porque requiere de cambios para retomar, y eso pasa por el cerebro”.
¿Los más jóvenes también sufren el desgano?
Aunque no tienen las mismas preocupaciones que los adultos, en el sentido de enfrentar la situación socioeconómica, en los últimos tiempos se está registrando un incremento de la falta de deseo sexual también en los jóvenes. En este sector de la población, la principal franja afectada va de los 18 a los 25 años.
El doctor Sandoval indicó que “tienen menos preocupación pero mayor sobreestimulación, demasiada oferta”, ya sea a través de la televisión, internet o las redes sociales.
“El deseo es regido por el cerebro y trabaja como si fuese una drogodependencia. Pero cuando el estímulo de placer es demasiado, con el paso del tiempo ya no genera lo mismo”, agregó el facultativo.
Y recordó: “Antes, a los 15 o 16 años imaginábamos una teta y arrancabas. Ahora, a esa edad, en muchos casos ya cuentan con experiencia sexual. A los 20 años, por lo tanto, ya no tienen tanto enfoque en la esfera sexual”.
El sexólogo comentó a LM Neuquén que debido a esa falta de motivación, hoy en día se observan cambios de relaciones más frecuentes entre los jóvenes. “Es más habitual el cambio de pareja o no asumir compromisos a largo plazo”, indicó Sandoval.
Un aspecto no menor es que se han incrementado las consultas sexuales. “Antes era una cuestión de hablar con los más cercanos, y ahora es una cuestión más de consulta médica”, indicó.
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