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Violó a la novia del amigo y pasará más de 7 años a prisión

La Corte Suprema confirmó la sentencia de la Justicia provincial. El hombre atacó a la víctima en su casa, mientras dormía con su hijo.

La Corte Suprema de Justicia confirmó la pena de siete años y dos meses de prisión que la Justicia rionegrina le impuso a un hombre condenado por violar a la pareja de un amigo, un hecho ocurrido la madrugada del 16 de mayo de 2020 en un domicilio de Cipolletti.

El máximo tribunal argentino declaró inadmisible el último 3 de agosto la queja impuesta por denegación del recurso extraordinario elevado por la defensa de Brian Ezquiel Barrientos, luego de agotar todas las instancias a nivel provincial.

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Barrientos fue juzgado por el delito de “abuso sexual con acceso carnal reiterado”, en concurso ideal con "violación de domicilio” y en septiembre de 2023 fue declarado culpable en forma unánime por el tribunal compuesto por los jueces Julio Sueldo, Alejandra Berenguer y Guillermo Baquero Lazcano.

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La sanción surgió de un acuerdo propuesto por la fiscal Eugenia Vallejos, avalado por el defensor Oficial, Juan Pablo Piombo, quien de todos modos anticipó que recurriría la declaración de culpabilidad.

El fallo le permitió quedar en prisión domiciliaria con el monitoreo de una pulsera electrónica hasta que el fallo adquiera firmeza, además de cumplir con pautas de conducta, entre ellas la prohibición de acercamiento a la víctima. No obstante el 20 de septiembre de ese mismo año le revocaron el beneficio y lo trasladaron a una unidad carcelaria, donde se encontraba hasta que se expidió la Corte.

La sorprendió mientras dormía

En el debate realizado en los tribunales locales, el hombre siempre negó el ataque sexual y aseguró que había sido una relación consentida. Pero la chica lo desmintió.

Según la acusación que presentada por la Fiscalía, Barrientos ingresó a la casa de la mujer, que estaba durmiendo sola con su pequeño hijo, y la accedió carnalmente a la fuerza en tres oportunidades. Entre las pruebas incriminantes, se destacó que el hombre sabía que la puerta de la vivienda carecía de cerradura porque había estado anteriormente en el lugar acompañado por la pareja de la joven, que era su amigo.

Por eso solo le bastó empujar la puerta. Cuando declaró, la mujer dijo que pensó que era su novio, pero enseguida advirtió que se trataba de una persona más corpulenta y que era Barrientos. Le exigió que se fuera, pero el intruso la tomó por la fuerza y pese a que se resistió la accedió carnalmente contra una mesa y también en una silla que se rompió por el peso de ambos, y que se convirtió en evidencia para los investigadores. Lo mismo que una heladera que fue corrida de su lugar, cuando la chica se aferró a ella para defenderse.

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La agresión ocurrió en una casa de Fernández Oro, y la audiencia de formulación de cargos se realizó en los tribunales de Cipolletti.

La agresión ocurrió en una casa de Fernández Oro, y la audiencia de formulación de cargos se realizó en los tribunales de Cipolletti.

Ambos detalles adquirieron valor probatorio porque ni bien el hombre se fue, ella llamó a una amiga para contarle, y luego hicieron la denuncia policial. Cuando llegaron los primeros uniformados, esa misma madrugada, la encontraron en estado de shock acompañada por la amiga. También notaron la silla rota y la heladera corrida.

El testimonio de la amiga, como también el de su madre y de quien era en ese momento su pareja y padre de su hijo fueron relevantes al momento de decidir la culpabilidad. El muchacho, que también fue acompañarla inmediatamente después del ataque, destacó que creyó su relató y confirmó que una semana antes Barrientos había intentado besarla y que también lo rechazó.

“De haber sido algo consentido, sería una infidelidad hacia mí, entonces los dos se hubieran callado la boca”, manifestó ante el tribunal declaró culpable al imputado por unanimidad.

El acusado dijo que fue una relación consentida

Barrientos aseguró que no fue un abuso sino una relación consentida. “Yo no soy ningún violador”, aseveró y agregó ante el tribunal: “Si ella se sintió mal, le pido disculpas”.

El hombre sostuvo que la noche previa fue hasta la casa de un amigo y que cuando salía se encontró con la joven, quien le contó que se había peleado con su pareja y lo invitó a su casa “para que compartiéramos algo”.

“Cuando llegué ella preguntó quién es, yo contenté que era yo P (apodo), me dijo que pasara, y ella se apareció con un pantalón corto y una remera. Tomamos un vino en una taza verde, me contó que (el novio) le había pegado de nuevo, y se largó a llorar, yo la abracé después nos dimos un par de besos. Ella se me subió encima cuando yo estaba sentado, se bajó el pantalón y se corrió la bombacha, la silla ya estaba media rota, pero se rompió más. Yo por eso le dije que fuéramos a la cama, y ella me dijo que en la cama no porque estaba el hijo durmiendo. Me dijo que tuviéramos relaciones ahí, por eso tuvimos en el lugar, contra la mesa. Después ella, me dijo ´gordo venite mañana, porque va a venir (el novio) y te va a cagar a trompadas´. No se porque denunció, capaz que en ese momento quiso y después no, no lo se”, relató.

A la mañana siguiente le avisaron que lo buscaba la policía y se fue a entregar a la Comisaría 24.

La contundencia del testimonio de la víctima

El juez Julio Sueldo, en el voto rector, desestimó el argumento del acusado. “…no existió tal consentimiento. Sino clara oposición de la víctima, dentro de los límites que la circunstancias le permitieron”, adujo.

Agregó en tal sentido que lo expresado por la mujer “resultó durante el debate claro, preciso y con descripción detallada de entorno, además absolutamente abonado por el resto de los testigos”.

Recalcó lo declarado por sus familiares a quienes llamó inmediatamente después de la violación y a los policías que concurrieron al lugar y la observaron “llorando al momento que comunicaba la agresión sexual sufrida, y en consonancia emocional a ello”.

También tuvo relevancia el impacto emocional que provocó en la joven. Una profesional de la Oficina de Atención a la Víctima informó que “este hecho modificó” su vida. Agregó que en una entrevista posterior mantenida en abril de este año indicó que la chica continúa con miedo “de que el denunciado se le acerque, dijo que lo ha cruzado en la calle de manera casual".

Agregó además que “tuvo una recaída en el consumo de drogas con dos intentos de suicidio”.

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