Imputaron a un joven por robar en un comercio céntrico y quedará en preventiva

Un joven fue imputado en una audiencia realizada durante la mañana de este lunes por robar en un local de venta de productos de telefonía y electrónica ubicado en la calle San Martín casi Brentana de Cipolletti y por haber poseído elementos que habían sido apoderados de otro comercio cercano.

Le fijaron cargos por “robo en concurso real con encubrimiento por receptación y/o adquisición sospechosa” y quedó en prisión preventiva, dado que si bien reside en la localidad, no pudo demostrar un domicilio.

El primer hecho delictivo se produjo el domingo por la madrugada, alrededor de las 4:15, cuando el autor violentó la reja que protegía el frente del local comercial, después rompió el cristal de la vidriera y se apoderó de tres pares de auriculares y una máquina de cortar pelo.

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Seguidamente escapó, pero fue atrapado por policías de la Comisaría 4ta en inmediaciones del Paseo de la Familia.

Por el segundo caso lo acusaron de haber “adquirido o recibido -pudiendo sospechar que provenía de un delito- un micrófono y un cargador, propiedad de una mujer que había denunciado sus sustracción de su local”.

La Fiscalía además de requirió la imputación también pidió su prisión preventiva, a lo que la defensa que asistió al joven en la audiencia no se opuso, ya que no se pudo acreditar el arraigo.

El juez de Garantías interviniente tuvo por formulados los cargos en los términos esgrimidos por la fiscalía y resolvió que el hombre continúe detenido.

Daños por más de un millón

El propietario del comercio donde se produjo el robo lamentó que el autor causó daños cuyas reparaciones le costarán poco más de 1.3 millones de pesos, según estimó.

"Me rompió la reja del frente, el vidrio del frente y el vidrio del exhibidor de donde sacó los auriculares y la cortadora de pelo", explicó. Creen que utilizó un trozo de baldosa para lograrlo.

Solo el cristal de la vidriera, que tiene una pulgada de espesor, le saldrá entre entre $640 y 780 mil. A eso le debe sumar otros $160 mil del vidrio del exhibidor, más una serie de artículos que quedaron inservibles, dado que fueron golpeados y les cayeron encima esquirlas de los cristales.

No funcionaron las cámaras

El damnificado dijo que se contactó con los propietarios del otro comercio, donde robaron antes que el suyo, y presumen que fue el mismo ladrón.

Pero resaltó que lo que más les llamó la atención fue que en ambos locales al momento de los hechos no les funcionó el sistema de cámaras de seguridad, lo que los llevó a sospechar que pudieron haber inhibido los dispositivos.

"En mi caso tengo cámaras con sensores de movimiento que filman de manera permanente, pero justo en el momento que nos robaron las cámaras no grabaron", manifestó el comerciante.

El detalle no pudieron al advertir tras mirar juntos las imágenes y revisar el funcionamiento de los sistemas de seguridad.

Presumen que utilizaron un inhibidor de la señal o bloquearon la del Wi-Fi, por lo que temen que se estaría ante ladrones que tienen un conocimiento avanzado de tecnología.