"El tigrecito" Juan Ancao continuará detenido por el crimen de Joaquín Riffo

Juan Roberto “el tigrecito” Ancao permanecerá en prisión preventiva por el crimen del joven Joaquín Riffo, ocurrido en la madrugada del 9 de marzo del año pasado en el barrio Luis Piedrabuena de Cipolletti.

El abogado defensor había pedido su libertad al considerar que se había vencido el plazo máximo previsto para permanecer detenido.

Sin embargo, la fiscalía y la querella coincidieron en que no se pudo avanzar a la etapa de control de acusación y al juicio por pedidos de prórroga impulsados, precisamente, por la defensa.

El juez avaló el planteo de la parte acusadora y mantuvo la detención de Ancao, hijo del fallecido David “el tigre Ancao”, histórico jefe de la hinchada de Cipolletti.

Bolivia y Río Colorado.jpg

Bolivia y Río Colorado, donde ocurrió el crimen de Riffo.

Google

Según indicaron los representantes del Ministerio Público, la fiscalía solicitó el 21 de marzo último la audiencia de control de acusación, instancia previa al juicio.

Pero desde esa oportunidad y a partir de un cambio de defensa técnica, se solicitaron sucesivas prórrogas que culminaron en que el comienzo de la audiencia de control de acusación haya sido fijada para el 4 de noviembre próximo.

Explicaron que, al dictarse la prisión preventiva, la jueza de garantías lo había hecho hasta que se realice la audiencia de control de control de acusación, circunstancia que aún no ocurrió.

El abogado que representaba al acusado en ese momento no recurrió la medida por lo que la misma se encuentra firme.

A la espera del juicio

La defensa, por el contrario, entendió que el artículo 114 del Código Procesal Penal de la provincia fija como máximo el plazo de dieciocho meses de prisión preventiva.

Como el mismo vencía este miércoles y consideraron obligatorio que su representado recuperara la libertad.

El juez de juicio que intervino en la audiencia resolvió no hacer lugar al plateo de la defensa y confirmó el plazo de prisión preventiva hasta la efectiva realización de la audiencia.

En consecuencia, el imputado continuará detenido hasta tanto culmine la etapa intermedia y se esté en condiciones de avanzar al juicio oral y público.

La fiscalía adelantó que requerirá en el proceso una pena superior y a los doce años de prisión por lo que el caso será eventualmente juzgado por un jurado popular.

Un balazo en la espalda

Joaquín Riffo tenía 18 años cuando lo asesinaron de un balazo. El joven vivía en Neuquén con sus abuelos, pero ese 9 de marzo había venido a visitar a su madre, que residía en un inquilinato ubicado en la calle Río Colorado casi Bolivia.

Alrededor de las 2 de la madrugada salió del departamento en busca de cigarrillos, dado que había un grupo de personas en la misma cuadra.

Cuando caminaba hacia ellos apareció una moto Honda con dos personas a bordo, desde donde efectuaron varios disparos. Uno de las balas impactó en la espalda de Riffo, quien falleció poco después en el hospital, a donde había sido llevado por los propios familiares.

Familiares de Joaquin Riffo.jpg

Para la Fiscalía el rodado era conducido por un adolescente de 16 años, mientras que Ancao lo acompañaba atrás, con un arma en su poder.

Según su hipótesis, no buscaban a atacar Riffo, sino que querían asesinar, de manera acordada, a Luis Alberto Pérez. En este marco, primero pasaron para “corroborar” su presencia en el lugar. Ancao se bajó del rodado e increpó a Pérez, advirtiéndole “ahora vengo con toda mi banda” y se fueron. Y así lo hizo. Volvieron y disparó. Luego escaparon en la moto.

Los investigadores realizaron tres allanamientos al día siguiente. En uno de ellos detuvieron al menor y secuestraron una moto. Mientras que Ancao se escapó, hasta que fue atrapado cerca de un mes después. Quedó imputado por “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”.

Los familiares de la víctima realizaron varias marchas en reclamo por el esclarecimiento del crimen, y apuntaban a Ancao como el autor del disparo mortal.

Antecedentes del acusado

Ancao tiene antecedentes por múltiples causas y fue condenado a cuatro años de prisión en 2017, tras el juicio por el asesinato de Jonathan Miguez.

Fue sobreseído en el juicio por el homicidio, pero permaneció en prisión ya que tenía causas vinculadas a hurtos y encubrimiento agravado, de las que se declaró culpable. Recibió penas en suspenso, pero al acumularse más de tres años de prisión, se unificaron en una única condena, a cuatro años, de cumplimiento efectivo.

En la investigación del homicidio de Miguez, Ancao eludió la detención durante meses y el ministerio de Seguridad de la Provincia dispuso de una recompensa para que la comunidad aportara datos sobre su paradero.