Pagó su casa con un crédito procrear, comenzó la obra y la dejaron a medias: la justicia condenó a la constructora
La afectada abonó la totalidad de la vivienda para su terreno en Cinco Saltos, pero tuvo que firmar un contrato de alquiler como solución habitacional.
Una mujer de Cinco Saltos logró un fallo favorable en la Justicia Civil de Cipolletti, después de denunciar a una constructora de viviendas industriales por abandonar la obra de su futuro hogar. El tribunal consideró aprobado el incumplimiento del contrato y ordenó una indemnización económica por daño patrimonial y moral.
La afectada relató que recibió la aprobación de crédito Procrear y comenzó a planificar la compra de una vivienda. Propietaria de un terreno en Cinco Saltos, firmó contrato con la empresa Dinamo S.A.S de viviendas industrializadas que incluía una construcción completa con un plazo de 90 días desde la edificación de la platea.
El contrato constaba de la construcción de la estructura, techo, terminaciones, trabajos de pintura, cerámicos y rejas. La mujer pagó una platea que la misma empresa tercerizaba y abonó el valor total de la vivienda, a través del préstamo estatal.
Los primeros movimientos parecían esperanzadores. Hubo descarga de materiales y seis días después comenzó el montaje. Sin embargo, la ilusión de la casa propia se desvaneció cuando desaparecieron de un día para el otro. Los obreros dejaron la obra inconclusa y nunca volvieron.
A partir de ese momento, la damnificada inició una cadena de mensajes, mails, audiencias y notificaciones que nunca fueron respondidos. La búsqueda de respuestas se extendió a domicilios legales y comerciales en diferentes ciudades, pero no consiguió que la firma se presentara. Incluso acudió a instancias de conciliación previas sin resultados.
La mujer al ver que el tiempo pasaba y la casa seguía a medio construir, con paredes sin finalizar, la estructura incompleta, no podía habitar su nuevo hogar. Por eso debió firmar un contrato para tener un techo donde vivir, un gasto imprevisto que perjudicó los fondos que había destinado originalmente a su propia vivienda.
El comienzo de la demanda judicial
La falta de respuesta sumó fuerte perjuicio económico y una gran carga emocional. Ante el silencio de la empresa y tras más de un año sin respuestas, resolvió presentar una demanda judicial. Presentó una denuncia con el detalle del pago total, el abandono de la obra, los gastos del alquiler de la vivienda como solución habitacional y la angustia que atravesó.
Inicialmente, la compañía no se presentó en el expediente y fue declarada en rebeldía, aunque luego se reincorporó sin ofrecer pruebas ni cuestionar los hechos. El juez valoró la documentación y estableció que la empresa incumplió con sus obligaciones.
La sentencia reconoció tanto el daño patrimonial como la afectación moral. Además, aplicó un daño punitivo al señalar un “marcado desinterés” por parte de Dimago S.A.S. en cumplir con lo pactado, lo que justificaba una sanción ejemplar para desalentar conductas similares en el mercado.
El fallo recayó directamente sobre la compañía, que se dedica a fabricar y comercializar viviendas industrializadas. El juez consideró sostuvo que el accionar de la empresa es reprochable porque se trata de una firma con trayectoria en la construcción y recursos.
La resolución fue dictada en primera instancia y aún puede ser apelada. Mientras tanto, la demandante consiguió un pronunciamiento que reconoce la frustración, el daño económico y la desprotección que padeció al quedar con el sueño de la casa propia a medio construir.










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