La historia detrás de un Fiat Uno recuperado

Tomás Gutiérrez es un joven oriundo de Junín de Los Andes que en febrero se instaló en Neuquén para estudiar Seguridad e Higiene. Se vino con el Fiat Uno colorado que su familia le regaló cuando cumplió los 18 años. "Me lo quise traer para que no quede tirado (en su pueblo)", dijo.

El 23 de julio recibió la visita de unos primos, cuando al salir del departamento donde vive, muy cerca de la Universidad del Comahue, descubrió que le habían robado su auto. En ese momento no entendía lo que estaba pasando. Luego, le cayó la ficha y radicó la denuncia por robo en la Comisaría Primera.

Desde entonces, esperó recuperarlo. Pero a medida que fue pasando el tiempo, pensó que había menos chances de encontrarlo. Pasaron los días, hasta que una noticia en el diario La Mañana le devolvió la ilusión.

"Me llama mi mamá diciéndome que habían encontrado un auto robando en Cipolletti y Fernández Oro; y cuando vi la foto, me dí cuenta enseguida que era mi Fiat Uno, por las llantas, el caño de escape y algunos detalles de pintura. No había dudas, era el mío, y me puse re contento. No podía creer que haya aparecido", recordó.

El miércoles, pudo recuperarlo. Tuvo que ir hasta la Comisaría 26 de Fernández Oro, y con la ayuda de una amiga que puso su auto, pudo traer el suyo a tiro hasta Neuquén. Es que el Fiat Uno pasó por una odisea antes de volver a sus manos. Mientras estuvo desaparecido, tres delincuentes lo utilizaron para cometer numerosos robos en la región, y de paso se lo chocaron.

Por eso ni siquiera estaba en condiciones de arrancar cuando su propietario lo recuperó.

"Me dio una bronca terrible saber que lo usaron para hacer maldades, porque para otra cosa no lo usaron. Es más, todavía sigo con bronca, porque yo ahora tengo que poner la plata para poder arreglarlo", contó.

El auto está chocado en la parte delantera, y adentro los ladrones ocasionaron otros destrozos. Le sacaron el estéreo y los parlantes. También le rompieron el tambor y la robaron la batería que había comprado hace poco. En su lugar le pusieron otra más vieja.

Incluso al auto le habían cambiado las chapas patentes, pero por alguna razón que no se entiende, dejaron una de las originales en su interior. Así fue como la Policía pudo corroborar que el Fiat Uno tenía pedido de secuestro. "Gracias a su ayuda lo recuperé", manifestó el joven estudiante.

Cómo fue el raid delictivo del Fiat Uno recuperado

El Fiat Uno fue secuestrado por la Policía tras una espectacular persecución que inició en Fernández Oro y terminó en Cipolletti. Ladrones habían intentado ingresar a un domicilio ubicado en calle Iguazú y Tierra del Fuego, y luego escaparon a bordo del vehículo.

También habían sustraído una notebook y un celular de otro vehículo al que ingresaron tras forzar una de sus puertas.

Mientras escapaban, se cruzaron con una empleada policial sobre la Ruta 65 que intentó detenerlos, pero venían muy rápido.

Varias unidades policiales participaron del operativo cerrojo para ubicar al rodado, el que finalmente fue interceptado cuando iba por calle Kennedy y Rodolfo Walsh. Del auto se bajaron cuatro personas, de las cuales un joven de 23 años resultó detenido.

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Otro móvil interceptó al Fiat Uno sobre Avenida Circunvalación y comenzó a seguirlo. En la carrera, el auto donde iban los delincuentes colisionó contra un poste de luz ubicado en Kennedy y Rodolfo Walsh.

Tras el choque, se bajaron del auto y comenzaron a correr. Eran cuatro, y uno de ellos, de 23 años, fue detenido. Resultó ser un joven muy conocido en el ambiente delictivo. Oriundo de Neuquén.

Dentro del auto estaba el celular y la notebook robadas, entre otros elementos robados.

Asimismo, los delincuentes habían dejado una barreta, un alicate y un dispositivo electrónico que sirve para inhibir las alarmas de los vehículos y portones de las casas.

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