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En alerta en tomas de Labraña por un eventual desalojo

Los ocupantes que conforman los asentamientos Rucalaf y 28 de Agosto siguen con suma atención lo que pueda resolver la Justicia. Están dispuestos a dialogar, pero sobre bases sólidas y no de promesas.

Las familias que forman parte de las tomas Rucalaf y 28 de Agosto, concretadas el año pasado en el barrio Labraña, están siguiendo con total atención y en alerta las definiciones de la Justicia sobre un eventual desalojo forzoso. Para contar con más respaldo y solidaridad, están en contacto permanente con el Foro por la Tierra y la Vivienda y con participantes de otros asentamientos cipoleños.

Recientemente, había cundido una extrema preocupación por la posibilidad de que se consumara, en forma inminente, el desahucio completo de los ocupantes en horas de la noche. Se temía por la aparición repentina de policías y funcionarios judiciales dispuestos a arrasar con maquinaria las precarias viviendas construidas en el lugar.

Pablo, uno de los delegados de la 28 de Agosto, manifestó que en la actualidad las 132 familias que conforman en conjunto los asentamientos, están dispuestas a quedarse y solo se irían en forma voluntaria si surgiera un canal de negociación que les garantizará tierras donde mudarse en forma inmediata y no en dos años como ha propuesto el Municipio en otros casos de ocupación.

Todos los grupos familiares participantes "están viviendo en las tierras" y hoy, pese a la tensión que nunca desaparece, se dedican a trabajar en lo que pueden, paga ganarse el sustento y subsistir.

Gente que participó de un asentamiento que fue desarticulado les contaron que "el Municipio no había cumplido con nada y están muy decepcionados. Les dijeron que les iban a pagar el alquiler durante seis meses y después se lo iban a renovar y no cumplieron. También les dijeron que les van a dar tierras recién dentro de dos años y sólo les entregaron un papelito firmado por alguien que sería de Desarrollo Humano", relató el delegado.

"¿Cómo les podemos creer si no cumplen con la palabra empeñada?" se preguntó y dijo, además, que personal de la comuna ha podido observar las extremas carencias en que subsisten muchas familias y no les han llevado ningún tipo de ayuda. "¿Cómo creerles si actúan de esa manera?", se planteó.

Así las cosas, los ocupantes han buscado y tienen el apoyo del Foro por la Tierra y la Vivienda para seguir en su lucha y para mantenerse expectantes y en guardia por si se dispone, pese a todo, un desalojo forzoso en cualquier momento. También tienen el respaldo de participantes de asentamientos más viejos y consolidados, que les transmiten sus experiencias ante este tipo de trances. "Llevamos seis meses viviendo en estas tierras. Y nos vamos a quedar, si no tenemos una alternativa concreta, seria y rápida", enfatizó.

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