Destruyeron el Club San Martín

En un hecho que generó una enorme indignación en la comunidad cipoleña, ladrones destruyeron y robaron las instalaciones del Club San Martín en la madrugada de ayer. Además de llevarse poco más de 10 mil pesos y computadoras, los delincuentes se tomaron un par de latas de cerveza. Incluso se apropiaron de mercadería destinada al merendero que atiende a más de 200 niños.

Mucha bronca y desolación envolvían ayer a los dirigentes de la institución, como así también a las familias que desarrollan distintas actividades en las instalaciones situadas sobre calle Manuel Estrada. A primera hora de la mañana y al abrir las puertas, se encontraron con un gran desorden y puertas y muebles totalmente destrozados. “El portero llegó a primera mañana y descubrió que habían entrado a robar. Rompieron los accesos e ingresaron a las oficinas, al kiosco y al merendero. Se robaron algunas computadoras, revolvieron y destrozaron todo. Al parecer buscaban dinero”, explicó el presidente del club, Pablo Mellado.

El encargado no tardó en comunicarse con las autoridades deportivas, que enseguida confluyeron en el lugar junto con los agentes de la Policía rionegrina. Las imágenes lo decían todo y los ladrones, se especula no menos de tres o cuatro personas, arrasaron con escritorios y armarios donde se guardaban carpetas y elementos de los equipos de fútbol, como camisetas y pelotas.

Los delincuentes habrían permanecido un tiempo importante en el interior del club porque se comprobó que pasaron por el merendero, una sala de utilería y el kiosco, indicaron fuentes policiales. En apariencia, uno de los principales intereses de los autores del hecho era encontrar dinero u otros objetos valiosos, y por eso revolvieron papeles y cajones de escritorios hasta que encontraron una suma de dinero que pertenecía al cobro de las cuotas sociales y la caja chica.

En cuanto a la forma de entrar, se cree que habrían utilizado una barreta para destrozar una de las puertas de acceso.

No es la primera vez que los ladrones atacan al club de barrio y ayer reinaba el desconsuelo entre los integrantes de la dinámica comisión directiva. De igual modo, no faltaron las voces de apoyo y la necesidad de seguir adelante, fundamentalmente, por los 450 chicos que practican diversos deportes y los 250 que toman a diario una merienda. Hubo un unánime reclamo de seguridad para la zona donde ocurrió el robo.