Monumento "de los italianos"

Los inmigrantes europeos arribaron al Alto Valle del Río Negro y Neuquén y se pusieron a labrar la tierra, construir las viviendas y sembrar, entre tantas fructíferas tareas. Mantener sus costumbres y adecuarlas a la realidad que les tocaba vivir forman parte de la identidad como agradecimiento al país argentino que los recibió y al que le devolvieron con trabajo fecundo.

El monumento de los italianos fue construido a modo de anfiteatro, su estructura tiene columnas estriadas realizadas por don Alejandro Fatorello con capiteles jónicos, realizados por don Atilio Morosin, y arcos, como si fuera una parte del Coliseo Romano. Una gran iluminación instalada realza esos detalles.

Una ONG pidió al Municipio iluminar de azul el monumento a los italianos. (federico floriano)

Oscar Gasser interpretó y diseñó la obra con ideas del presidente del Círculo. El ingeniero Dalgalarando dirigió la obra y el ingeniero Osvaldo Metrailler fue el asesor eléctrico e hidráulico.

Sin dudas que el monumento representa la majestuosidad de la cultura romana, sus inicios, la fundación de Roma: en ella se plasmó lo tecnológico, lo artístico y el trabajo manual y esforzado de los autores. La fuente de agua rodea a la loba amamantando a Rómulo y Remo. La loba capitolina simboliza el origen mítico de Roma, ciudad eterna, donde nació el ingeniero Cipolletti.

Los primeros tiempos en Cipolletti

Cuando la obra fue inaugurada, el presidente del Círculo italiano, doctor Leonardo Cali, dijo, entre tantas otras cosas: “La fuente con agua es canto, es ofrecimiento, el agua simboliza la vida misma, es vida, es cambio. Cada chorro de agua que fluye y se conjuga con los otros es la expresión de la diversidad de la humanidad y de Latinoamérica con los distintos pueblos y culturas que la han forjado, pueblos autóctonos, inmigrantes y la fusión que de ellos ha nacido”.

El acueducto que enmarca la fuente expresa el valor de la tecnología aplicada al servicio del hombre. Las gradas simbolizan la democracia. Las esculturas representan el poder temporal de Augusto y el poder religioso de San Pedro.

Está situada en la ciudad de Cipolletti en el Parque Meteorológico, en la rotonda de Mengelle y Mariano Moreno, frente al monumento al ingeniero César Cipolletti.

La Estación Meteorológica en Parque Rosauer fue creada por decreto de junio de 1902 firmado por el presidente Roca y el ministro Escalante: su primer ingeniero jefe fue Guinardo Lange.

Esta estación dependía del ministro de Agricultura y las oficinas estaban constituidas por cuatro habitaciones y un baño. El equipamiento se instaló y habilitó el 1 de noviembre de 1902.

De acuerdo con lo escrito por el ingeniero Hugo Rimmele, la primera determinación fue fijar la altura sobre el nivel del mar que dio por barómetro 256,17 metros y por nivelación geométrica, el 13 de abril de 1945, unos 264 metros.

Las oficinas ubicadas en calle Mengelle fueron demolidas en 1963.

Nuestro homenaje a nuestros ancestros que vinieron a poblar estas tierras, transformándolas en vergel.