Atrapó al ladrón en su casa

Un adolescente entró a robar a una casa del barrio Pichi Nahuel, pero fue reducido por el dueño y terminó en el calabozo de la Comisaría Cuarta.

El insólito hecho ocurrió el sábado por la noche, minutos después de las 23, en una vivienda ubicada en cercanías al cruce de las calles Pueyrredón y Rubén Darío.

Según el propio testimonio del vecino dueño de casa, un chico menor de edad saltó el paredón de su propiedad e ingresó al domicilio. Todo fue visto por el hombre, quien decidió tomar el toro por las astas y atrapar al ladrón, evitando así que lastimara a algún integrante de su familia o les robara objetos de valor.

Por la fuerza logró reducir al menor y lo inmovilizó en el piso. En ese momento llamó a la Policía y así lo mantuvo hasta que llegaron los uniformados y se lo llevaron detenido.

El acto de valentía de este vecino logró impedir que se cometiera un nuevo ilícito en la ciudad. Sin embargo, aunque en este caso terminó bien, lo que se recomienda en situaciones similares es buscar resguardo y dar rápido aviso a las fuerzas de seguridad.

Libre: Como el delincuente aún no cumplió 18 años, fue liberado y entregado a su padre.

Puerta giratoria

El joven delincuente fue retirado del lugar en un móvil hacia la comisaría del centro cipoleño, donde fue alojado en un calabozo. Sin embargo, a las pocas horas fue liberado y entregado a su padre, ya que tiene menos de 18 años de edad. No obstante, se le inició una causa judicial por hurto en grado de tentativa.

Este tipo de situaciones genera temor en muchos vecinos que son víctimas de algún robo o de alguna agresión perpetrada por menores de edad, ya que a las pocas horas pueden volver a cruzarse por la calle con su victimario. “Van a la comisaría y los largan al toque. Después salen capaz más enojados que antes y no sabés cómo pueden reaccionar. No sé cuál es la solución, pero algo hay que hacer para que esto cambie”, sostuvo un vecino del centro, quien dice haber sido víctima de un hecho similar en su comercio.

Ahora se decidió que los menores que sean aprehendidos por algún tipo de delito o contravención no serán llevados más a las comisarías, sino que se los alojará en un instituto creado para tal fin. La idea es que tengan sus propios lugares de detención, alejados de los delincuentes adultos.