Reabrieron los locales nocturnos pero el “ruido” no fue el de siempre
Los boliches funcionaron con alrededor de un 40% y 50% de la concurrencia que suele ser habitual. El casino fue donde se notó un mayor número de gente.
Las autoridades municipales decidieron sobre el fin de la última semana flexibilizar las restricciones que se venían aplicando a partir de la declaración de la emergencia sanitaria que estaba vigente en Cipolletti desde el fin de semana anterior.
La medida quedó levantada a la medianoche del sábado, por lo cual los boliches nocturnos, el casino, pubs, entre otros comercios que habían permanecido varios días cerrados, pudieron abrir sus puertas. También se dejó sin efecto la prohibición de tener abiertas las puertas de restaurantes, cafés, bares y otros lugares de actividad gastronómica.
La cuestión es que el sábado a la noche, mejor dicho madrugada de ayer domingo, fue como siempre. Con boliches abiertos, aunque en la generalidad de los casos con una restricción de los propios responsables de negocios a ingreso de personas y cantidad de mesas.
Sin embargo, no hubo «fiebre de sábado» y ya sea por el efecto colateral de las disposiciones del gobierno local que rigieron durante varios días o el autocontrol de la gente –especialmente jóvenes-, la cuestión es que buena parte de los boliches de la ciudad no estuvieron ni por asomo en los niveles de asistencia que es común en una noche de fin de semana.
Una recorrida de un enviado de La Mañana Cipolletti permitió comprobar que donde más se notó la cantidad de concurrentes fue en el Casino Crown, que abrió sus puertas luego de una semana sin actividad. A la medianoche, una larga fila se había formado frente a las puertas de la sala de entretenimientos ubicada a la altura del peaje, aunque sin llegar a ser ni por asomo el número de apostadores que suelen asistir a ese lugar, especialmente un sábado por la noche.
En cuanto a los boliches bailables, la referencia de nuestro fotógrafo dio cuenta de que Kímika estuvo cubierto en un 30/40 por ciento y sólo habilitando su pista mayor. Allí cercano, House mostró también un 40% de público y ya en el centro, KPLA anduvo en el orden de las 150 personas, lo que equivale a un 40% de su promedio de concurrencia. En Barba Roja apenas superó el centenar de asistentes, Mi Estilo habilitó sólo la planta baja con discreta cantidad de gente y el reconocido café del corazón céntrico como es Plaza Var funcionó también con la mitad de público que suele ser habitual, si bien hay que considerar que allí hay una merma en número de mesas -como pasa en otros café y restaurantes- la distancia ya acordada que se debe respetar.
Lo que sí se observó en todos los boliches visitados –donde también hubo acuerdo de los propietarios esta vez en cobrar también entrada a las damas como una forma para resarcir gastos internos- fue la presencia de inspectores municipales, en clara demostración del interés del gobierno local de vigilar que el funcionamiento se ajustara a las condiciones establecidas.
En cuanto a los operativos dispuestos en la zona limítrofe con Neuquén, se supo que no hubo detenciones ni secuestro de rodados cuyos conductores pudieran haber infringido disposición alguna.
Hoy, cuando vuelva a reunirse el Comité de Crisis del Sistema de Salud local, se tendrá seguramente un panorama más claro y, quizá, se recomendarán las disposiciones para los próximos días.
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