Un nuevo campo de tulipanes en la zona cómo atractivo turístico para conocer: dónde queda
Se trata de un cultivo de tulipanes llamativos y vibrantes recién florecidas. El ensayo experimental ya arrojó sus primeros resultados.
El norte neuquino suma otro atractivo turístico que puede consolidarse como una nueva actividad económica en el tiempo. Se trata de un cultivo de flores llamativas y vibrantes que ya arrojó sus primeros resultados y promete transformar el paisaje de la zona, nada menos que en lo que se conoce como el "Jardín de Neuquén".
Hablamos de Huinganco y sus primeros tulipanes, una comunidad distante a 5 kilómetros de Andacallo y 61 de Chos Malal, ubicada sobre la margen izquierda del río Neuquén, entre cerros, riscos y cañadas, en los que confluyen arroyos como el Butalón Norte, el Huingan-Có, el Manzano y Rahueco.
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En esa bella localidad del norte neuquino los tulipanes ya florecen, luego de la plantación realizada en mayo de este año, lo que genera buenas expectativas en el desarrollo del cultivo.
El ensayo experimental es llevado a cabo por el gobierno de la provincia del Neuquén a través del Centro PyME-ADENEU y la dirección de Viveros Provinciales, que dependen del Ministerio de Economía, Producción e Industria. La iniciativa es impulsada también por el municipio de Huinganco.
Sebastián Núñez, ingeniero agrónomo y asesor del Centro PyME-ADENEU, explicó que “en este primer año, con el fin de conocer el cultivo y capacitar tanto a emprendedores y productores como a los técnicos de la zona, se está llevando a cabo una parcela demostrativa en el Vivero Provincial de Huinganco”.
Cuántos bulbos se plantaron
Para dar inicio al proyecto se plantaron 5.000 bulbos distribuidos en cuatro variedades distintas que fueron plantados en mayo de 2025. En octubre, la mayoría del cultivo se encuentra en floración.
“Estamos viendo muy buenos resultados y a medida que el cultivo avanza vamos aprendiendo muchísimo, lo cual va acompañado de capacitaciones técnicas”, sostuvo Núñez.
A principios de este mes se realizó una capacitación técnica de forma presencial en Huinganco y que fue transmitida por Zoom. El curso contó con la participación de más de 50 personas. Los contenidos estuvieron a cargo de Segundo Bobadilla, ingeniero agrónomo de INTA Esquel.
“El desarrollo de los tulipanes fue muy bueno, teniendo en cuenta que fue un invierno con temperaturas más altas de lo normal y con menos nieve, lo que hizo que se adelante un poco la floración”, aclaró Núñez.
El éxito del ensayo también es gracias al compromiso y seguimiento que lleva adelante el personal del Vivero Provincial de Huinganco y del municipio local. “Estamos muy conformes, el vivero fue llevando adelante el cultivo muy bien y ahora estamos siguiendo el desarrollo tal cual lo esperado”, destacó.
Marcelo Zúñiga, subsecretario de Producción de la provincia, remarcó: “El acompañamiento constante del municipio resalta aún más el rol protagónico de esta localidad, reafirmándola como el verdadero jardín de la provincia. Este avance es posible gracias a la decisión política del gobernador Rolando Figueroa de poner en valor los atractivos del Alto Neuquén como destino turístico, acompañado de obras de infraestructura y del reconocimiento al esfuerzo de una comunidad que ama su tierra, honra su historia y mira con esperanza hacia el futuro”.
En Huinganco, además, se creó el primer bosque comunal argentino y la primera escuela primaria con orientación forestal de la provincia, ubicada en Charra Ruca.
¿Cómo es el ciclo de producción?
Los tulipanes tienen una sola floración al año: en el hemisferio sur ocurre a mediados de octubre. La plantación de los bulbos se realiza en mayo y quedan en latencia durante el invierno. “A fines de la primavera la planta baja todas las reservas al bulbo y hacia fines de diciembre se realiza la cosecha de los bulbos, que luego son clasificados según su calibre”, explicó Núñez.
Durante la cosecha se levantan todos los bulbos y se lo clasifica. Esto se debe a que “los calibres con una circunferencia igual o menor a 10 centímetros se vuelven a plantar para volver a ‘engordar’ o aumentar su calibre para la próxima temporada”. Es decir, que los bulbos de menor calibre pasan a conformar el stock de semilla para implantar en la siguiente temporada.
“Por su parte, los bulbos a partir del calibre 11 o 12 se destinan a floración que se venden en grandes centros urbanos para que ahí se le haga el forzado para vender tanto flor de corte, como flor de maceta”, informó Núñez.
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