Sorpresa en Bariloche: una pareja encontró un curioso sapito de cuatro ojos
Este anfibio desempeña un rol fundamental en el ecosistema. Su alimentación se basa principalmente en insectos y arácnidos
Una pareja que disfrutaba de un tranquilo domingo en el Lago Moreno Oeste, en una playa ubicada detrás del Camping Musical, en Bariloche, se llevó una inesperada sorpresa al encontrar un pequeño anfibio que llamó su atención. Se trataba de un ejemplar de sapito de cuatro ojos (Pleurodema thaul), una especie poco conocida pero fundamental en el ecosistema patagónico.
Intrigados por su aspecto, los visitantes decidieron grabar el momento y tomar algunas fotografías antes de permitir que el pequeño sapo siguiera su camino sin interferir en su hábitat natural.
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El sapito de cuatro ojos, también conocido como coicoy o sapo arriero, es una especie que habita en diversos ecosistemas húmedos de la región, como lagunas, bofedales, ríos, juncales y vertientes. Su tamaño es reducido, ya que mide entre 3 y 5 centímetros, pero lo que más llama la atención son las glándulas que posee en su espalda, las cuales se asemejan a un par de ojos adicionales.
Esta particularidad no es meramente estética, sino que cumple una función crucial para su supervivencia: confundir y ahuyentar a posibles depredadores. Cuando se siente amenazado, el sapito arquea su cuerpo de manera que estas falsas "ojeras" simulen ser un par de ojos más grandes, dando la impresión de que se trata de un animal más peligroso de lo que realmente es.
A pesar de su tamaño diminuto, este anfibio desempeña un rol fundamental en el ecosistema. Su alimentación se basa principalmente en insectos y arácnidos, lo que contribuye a controlar sus poblaciones y mantener el equilibrio natural de la zona. Además, su presencia es un indicador de la salud ambiental, ya que los anfibios son particularmente sensibles a la contaminación y los cambios en su entorno.
En Chile se encuentra desde la Región de Antofagasta hasta la Región de Aysén; mientras que en Argentina habita zonas cercanas a los Andes en las provincias de Neuquén, Río Negro y Chubut.
Científicos del CENPAT-CONICET (Centro Nacional Patagónico - Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina) han encontrado en su piel lo que podría ser un arsenal de antibióticos para tratar enfermedades infecciosas.
Conservación y respeto por la fauna silvestre
El encuentro de la pareja con este ejemplar de sapito de cuatro ojos muestra de la importancia de preservar la fauna autóctona y respetar su hábitat. Al notar su presencia, los visitantes optaron por observarlo sin perturbarlo, tomar algunas imágenes y luego dejar que siguiera su camino sin intervenir en su comportamiento natural.
Cada vez más, el turismo y las actividades recreativas en entornos naturales deben ir de la mano con la conciencia ambiental. Pequeños gestos, como no tocar a los animales silvestres, no alterar su hábitat y evitar la contaminación, pueden marcar la diferencia en la conservación de especies como el sapito de cuatro ojos.
Este curioso hallazgo en las playas del Lago Moreno Oeste nos recuerda que la naturaleza siempre tiene sorpresas para ofrecer y que, con el debido respeto y cuidado, podemos seguir disfrutando de su belleza sin afectar el equilibrio del ecosistema.
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