
"Lo único que logran es fomentar el entrenamiento clandestino"
Weisser, titular de Futgol, fue categórico en relación a esta marcha atrás por parte de la Municipalidad. Las canchas habían invertido mucho en protocolos.
Cuando creyeron que el calco proporcionado por Comercio de la Municipalidad era el paso definitivo para volver a trabajar, la cuarentena tenía deparada para todos ellos una inesperada sorpresa. A horas de quitar los candados en las canchas, con turnos ya otorgados, vecinos inscriptos en los diferentes horarios de entrenamiento y una inversión importante efectuada para garantizar los protocolos sanitarios exigidos llegó el llamado telefónico del lunes que tiró todos los planes de los propietarios de las canchas para atrás.
"Sacamos plata de donde no teníamos para poder comprar los elementos necesarios y asegurarles a las personas sus propias cosas para el distanciamiento" expresó Bruno Weisser, titular de la iniciativa Futgol que funciona en el predio Duronia.
Acompañado de una foto en la que los responsables municipales otorgaban la habilitación para la reapertura el jueves de la semana pasada, en Cancha Rayada reclamaron "Respeto por favor". "Además de todos los días que llevamos sin generar ingresos, manteniendo a la gente que trabaja con nosotros, ordenando la cancha, repartiendo turnos, armando iniciativas para poder volver a trabajar, nos avisan por teléfono que hay que seguir esperando. Esta situación no da para más", aseguró Guillermo San Pedro.
Algo parecido había sucedido en junio, cuando se permitieron los partidos de pádel. Entonces, también por teléfono, los propietarios fueron informados que había que estirar la espera. Una comunicación poco clara y tardía por parte de las máxima autoridades que se volvió a repetir.
10 personas en cada grupo de entrenamiento. El número de integrantes en cada grupo de entrenamiento estaba delimitado por protocolo, por eso había que garantizar elementos para cada uno de ellos y delimitar espacios de estacionamiento, entre otras cosas.
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