El hijo de Ruth Montecino fue "directo a matar"

Apoyándose en el testimonio de la propia víctima y el de numerosos testigos, el Ministerio Público Fiscal de Cipolletti pidió que se declare culpable a Franco Hernández del delito de tentativa de homicidio. De esta forma, se cerró el juicio en contra del hijo menor de Ruth Montecino. La sentencia se conocerá la semana que viene.

“Hemos logrado acreditar la autoría por parte del acusado y los extremos de la acusación. Ha quedado claro que el imputado ha intentado matar a la víctima asestándole dos puñaladas en el tórax”, indicó el fiscal jefe Santiago Márquez Gauna.

De acuerdo a la investigación que lideró la fiscalía local, Hernández ingresó a un domicilio de calle Sarmiento, en el centro de la ciudad, con la clara intención de matar. En el marco del debate, se estableció que el acusado pudo acceder a la propiedad junto a dos adolescentes con la excusa de que iban al baño. Después, Hernández empezó a discutir con un hombre y en forma impune, lo apuñaló en la zona del tórax y el hígado. Desafiante, antes de retirarse, exclamó: “Los voy a matar a todos”.

Todos estos elementos se revelaron en el proceso que se inició el jueves y culminó ayer. El primer día declararon las personas que fueron testigos presenciales del brutal ataque y confirmaron las circunstancias descriptas por la fiscalía cipoleña. La propia víctima señaló como fue la mecánica del hecho y cómo sufrió la agresión con un arma blanca que sería similar a una manopla-cuchillo.

Finalmente, también prestó declaración el médico forense del Poder Judicial que detalló el carácter de las lesiones y, mediante un estudio empírico, “describió el posible elemento con el cual se habrían producido. Sobre este punto, remarcó que se trataría de un cuchillo y no de una llave, tal como se sospechó en un primer tramo de la investigación”, precisaron desde el Ministerio Público.

En cuanto al calificación legal, los acusadores sostuvieron que el acusado no había podido concretar su intención de dar muerte al hombre herido gracias a la intervención de sus amigos, que lograron intimidar a Hernández para que abandone la propiedad.

A la hora de precisar los elementos que describen una intención homicida del acusado, la fiscalía dijo que “el imputado antes de irse del lugar amenazó a los presentes diciendo que los iba a matar a todos”. También hizo hincapié en que “se acercó al lugar con un arma blanca en su poder, es decir preparado para cometer el ilícito”.

Mientras tanto, la defensa particular apuntó a poner en duda las verdaderas intenciones de Hernández e indicó que la figura penal en la cual el Ministerio Público Fiscal encuadró el hecho no era compatible con lo sucedido. En consecuencia, solicitó que sea declarado culpable pero por el delito de lesiones leves.

El tribunal que presidió el debate fijó para el próximo miércoles la lectura del fallo. Luego, deberá programarse el juicio de cesura, donde se determinará la pena que cumplirá Hernández.