El documental que rescata al Cipolletazo del olvido
El film Voces desde la historia es clave para entender la rebelión local.
Hace 51 años se produjo el levantamiento popular que marcó la historia cipoleña, presente en la memoria de aquellos que lo vivieron, pero menos conocido por las nuevas generaciones. Del Cipolletazo hay escasos registros, por lo que el trabajo de tres documentalistas, que les pusieron voz a los protagonistas, resulta clave para entenderlo. El Cipolletazo, voces desde la historia es un trabajo audiovisual que reunió a personajes que formaron parte de la gesta histórica pero que habían quedado relegados de todos los registros de la época.
La gestora del proyecto fue la cipoleña Guadalupe Gómez, licenciada en Comunicación Social de la UBA, quien al elaborar su tesis de grado descubrió que la ciudad no contaba con trabajos académicos sobre el hecho histórico.
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Pocos fueron los historiadores que se animaron a escribir el momento que cambió para siempre la organización popular de la ciudad.
"Comencé a trabajar con el Cipolletazo preparando mi tesis y descubrí que se trataba de un hecho casi desconocido para la mayoría de la población. Solo tenían conocimiento quienes participaron. El resto poco sabían de qué se trataba. En mi búsqueda encontré poco material. Cuando escuchás a los protagonistas, es imposible pensar que lo que ocurrió en 1969 no se trabajó en la memoria colectiva de la ciudad ni se construyó un relato popular. Solo había relatos a partir del diario provincial que tenía una posición muy clara, en contra, porque lo que se disputaba era una nueva organización político-económica provincial y el periódico claramente tenía sus intereses puestos en su ciudad, General Roca", explicó Guadalupe.
La tesis la entregó en febrero del 2009 y en paralelo comenzaron a realizar el documental, que hasta hoy es el único relato audiovisual de la gesta cipoleña. Al equipo de trabajo se sumaron su pareja, el director Jairo Daniel García Durán, y Pablo Guerrera, guionista, productor y editor. El 12 de septiembre de ese año, para los 40 años del Cipolletazo, estrenaron la película.
El relato
"El documental busca poder contar la historia pero con las voces de aquellos protagonistas que hasta el momento eran desconocidas, aportando a la construcción de la memoria colectiva de Cipolletti. Se pudo hacer rápido porque la tesis funcionó como el trabajo de investigación. Lo primero que hicimos fue indagar y corrernos un poco de las personas que solían contar la historia, y buscar aquellos partícipes que no solían tener el protagonismo", recordó.
Para eso había que ampliar el listado de testimonios. "El Cipolletazo fue muy distinto al Cordobazo o Rosariazo, donde los levantamientos eran de obreros y estudiantes. En Cipolletti lo protagonizó la burguesía local, los chacareros, pero contó con el apoyo de la clase popular. El documental cuenta la historia en voces de quienes fueron invisibilizados, como la clase obrero de aquella época y las mujeres", explicó.
"El relato del Cipolletazo se construyó alrededor de la anécdota, asociado a lo épico y heroico, pero despolitizado. La intención era devolverle ese contenido político, que lo tuvo. Recordemos que habían destituido al comisionado y el pueblo salió a la calle, y eso es un acto político", aseguró Gómez
La realizadora agregó que el documental estuvo acompañado por un plan de trabajo en las escuelas para favorecer a la construcción de la memoria colectiva. "El gran objetivo fue dejar un registro que pueda trascender porque sentíamos que del Cipolletazo que no había nada", comentó.
Pablo Guerra es de Buenos Aires y se sumó al equipo de producción del documental. Contó que el trabajo audiovisual estuvo acompañado por una serie de actividades para las escuelas y poder, entre todos, pensar por qué la historia del Cipolletazo había sido contada por pocos protagonistas.
Explicó que propusieron poner en juego distintas voces que no habían aparecido hasta ese momento, y pensar por qué la historia fue contada por pocas personas. "Hay muchas otras voces de sectores populares, de mujeres, que habían estado participando y no solían escucharse. Los ciudadanos menores de 40 años, por ejemplo, hasta ese momento no tenían ninguna referencia del Cipolletazo", explicó Pablo a LM Cipolletti.
"Hay que pensar, en ese contexto histórico, cómo se armó determinado discurso. La memoria es una cuestión que se construye en base a los intereses del presente en relación con el pasado. En esa puja hay actores con mayor presencia social y posibilidades. Los medios tienen un papel importante, y en este caso un diario (de Roca) fue un actor involucrado", añadió.
Recordó que en el año del estreno se proyectó en 16 escuelas junto con algunos de los protagonistas, quienes conversaron con los estudiantes. "La idea es que circule por las escuelas y abrir el debate para poder cuestionar esos relatos que fueron monopolizados por un sector social. En muchas escuelas nos pasó que los chicos reconocían a las personas entrevistadas, pero como vecinos comunes, y desconocían que habían sido parte del Cipolletazo", explicó Pablo.
La razón del levantamiento popular
El viernes 12 de septiembre de 1969, en plena dictadura de Juan Carlos Onganía, los vecinos le dijeron no a la arbitrariedad y salieron en defensa del jefe comunal de entonces, el recordado Julio Dante Salto. El gobernador designado Juan Antonio Figueroa Bunge había dispuesto su desplazamiento y para ello había enviado una comisión interventora al Municipio, ubicado entonces en la esquina de Yrigoyen y Villegas. Salto ganó tiempo y avisó a LU19 y Canal 7. Cuando la noticia se difundió, dirigentes políticos, comerciantes y vecinos salieron a la calle para impedirlo.
Las celdas cipoleñas se hicieron pocas para encerrar a todos los vecinos capturados en la protesta. Muchos de los arrestados fueron repartidos y hacinados en sedes policiales de Allen y Cinco Saltos.
Un aporte clave para las escuelas de la ciudad
Pablo Guerra es de Buenos Aires y se sumó al equipo de producción del documental. Contó que el trabajo audiovisual estuvo acompañado por una serie de actividades para las escuelas y poder, entre todos, pensar por qué la historia del Cipolletazo había sido contada por pocos protagonistas.
Explicó que propusieron poner en juego distintas voces que no habían aparecido hasta ese momento, y pensar por qué la historia fue contada por pocas personas. “Hay muchas otras voces de sectores populares, de mujeres, que habían estado participando y no solían escucharse. Los ciudadanos menores de 40 años, por ejemplo, hasta ese momento no tenían ninguna referencia del Cipolletazo”, explicó Pablo a LM Cipolletti.
“Hay que pensar, en ese contexto histórico, cómo se armó determinado discurso. La memoria es una cuestión que se construye en base a los intereses del presente en relación con el pasado. En esa puja hay actores con mayor presencia social y posibilidades. Los medios tienen un papel importante, y en este caso un diario (de Roca) fue un actor involucrado”, añadió.
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