El Chirola Bastía y un grito de gol imposible de olvidar

Sofía Ibáñez

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“En ese momento te tenés que olvidar de todo. El arquero me adivinó el palo, pero la pelota iba fuerte y bien y por suerte le pegó en la mano y entró”. Héctor “Chirola” Bastía tenía 20 años cuando se paró a doce pasos de César Mendoza y convirtió el único gol en el triunfo de Cipolletti frente a San Lorenzo en el Nacional de 1980, en una partido que tardó 16 días en finalizar y significó la última victoria albinegra frente a un grande.

A los 58, con tres hijos mayores y cinco nietos pasa sus mañanas haciendo fletes y las tardes en el Club Piap, de Plottier. El fútbol siempre ocupó una parte de su vida. “No se puede dejar, es una pasión, es lo más lindo que me pasó”, dice el ex técnico de Los Canales y Villa Iris.

En la escuelita de fútbol está más tranquilo, no tiene ganas de volver a dirigir en Lifune, prefiere enseñar. Allí todos saben del gol al Ciclón, que jugó contra River, contra Boca, de todos sus años en Cipo.

“Cuando se supo del partido contra San Lorenzo, me vinieron muchos recuerdos, fue una alegría muy grande, fueron momentos muy lindos en Cipolletti, una época dorada”, destacó Chirola, quien también jugó en Roca, Alianza de Cutral Co y tuvo un breve paso por el fútbol ecuatoriano.

“Antes no se notaba tanto la diferencia de categoría como ahora. Lo físico prevalece, como también la categoría de los jugadores, hay que ser honestos. Antes a lo mejor no, porque venían jugadores de equipos Buenos Aires”, sostuvo. Aunque fue optimista: “Yo creo que Cipolletti le puede hacer partido a San Lorenzo, de visitante le ha ido bien”.

Los regionales

Cuando tenía 12 años miraba la revista El Gráfico y tenía muchos ídolos. Su hermano lo llevó a jugar a la escuelita de fútbol Yapeyú de Villagra, en Cipolletti, y en 1973, el mismo año que Cipo clasificaba por primera vez a un Nacional con el mítico gol de Perales, en un amistoso interclubes, su equipo la rompió ante Cipo y él, junto a varios compañeros, poco después pasaron a vestir la casaca albinegra. “Soy de Independiente, pero admiraba a muchos jugadores y cuando jugué los Nacionales con Cipo enfrenté a muchos de ellos, tenerlos en frente era algo extraordinario”, expresó.

Para jugar los Nacionales, había que ganar los regionales, y el primer obstáculo era Deportivo Roca. “Los clásicos eran batallas campales. Lo que pasaba era que si vos perdías, al otro año no jugabas nada, tenías que jugar la Liga y no te daban casi nada”, recordó.

El Ruso los tiene a todos a disposición

Cipolletti sigue con el objetivo de enfrentar a San Lorenzo por los 32avos. de final en la Copa Argentina el martes en cancha de Lanús.

El técnico Henry Homann tiene la formación en la cabeza, pero no suelta pistas todavía y tiene previsto concretar el primer once contra once formal mañana.

Ayer, todos los integrantes del plantel se mostraron a disposición, sin lesionados ni rutinas diferenciadas. En dos campos de dimensiones reducidas se mostraron con la pelota.

Por una cuestión de logística, muchos de ellos no viajarán a Buenos Aires. Son 18 los pasajes reservados para futbolistas y la lista completa de la delegación contará a 25 personas.

Matías Alasia, Gastón Valente, César Medina, Fabio Giménez, Eduardo Vilce y Germán Weiner asoman como indiscutibles, todo lo demás es una gran incógnita, incluso el esquema táctico.