Desbaratan un kiosco ambulante de marihuana

La venta de drogas en la ciudad transita por distintos carriles y ayer la Policía provincial dio con un kiosco ambulante en el barrio Arévalo. En concreto, fueron encontradas tres personas en el interior de un taxi que, en apariencia, se encontraban en plena operación de compraventa de marihuana. Los sospechosos sólo pasaron unas horas demorados y la Justicia federal les inició una causa por infracción a la ley 23.737.

De acuerdo con la investigación desarrollada por agentes de la Comisaría Cuarta, el conductor del taxi junto con un cómplice se habían contactado con un adolescente para venderle cannabis sativa. La presunción parte de que durante la requisa al vehículo se pudo hallar una balanza de precisión y una

suma de dinero cercana a los 2500 pesos.

El procedimiento se desarrolló en forma normal y tuvo su origen en la tarea preventiva que desarrollan los bicipolicías. Advirtieron el auto estacionado en la intersección de las calles Rubén Darío y O'Higgins y decidieron acercarse para comprobar si existía alguna irregularidad. Apenas se quiso identificar a los ocupantes, notaron cierto nerviosismo y la presencia de un bloque compacto junto a una balanza.

Fuentes policiales destacaron que las personas fueron consultadas y que una de ellas reveló su intención de comprar marihuana. Pero las versiones fueron confusas y otro joven manifestó que habían adquirido en conjunto unos 300 gramos para luego distribuirlo.

A los agentes de la Cuarta se sumaron los integrantes de Criminalística y Toxicomanías, que se encargaron de requisar las distintas partes del taxi y de manera paralela, llevar a cabo el análisis de narcotest para establecer la calidad de la sustancia ilegal.

Desde la unidad policial se notificó al Juzgado Federal de General Roca sobre la concreción del secuestro de la droga y se puso a disposición a los tres demorados. El menor, de 17 años, fue entregado a sus padres y los mayores quedaron en libertad en horas de la tarde.