Quiso donar un curioso objeto y era un arma de la segunda guerra mundial
El vecino de Cipolletti quiso entregarlo para exponerlo en un Museo pero fue secuestrado por las fuerzas de seguridad y los Bomberos Voluntarios de Cipolletti.
Un vecino de Cipolletti entregó voluntariamente un artefacto explosivo al Cuerpo de Bomberos local y a la Policía de Río Negro con la intensión de ser expuesto en un Museo. Pero cuando mostró la fotografía del arma, las autoridades descubrieron que se trataba de una granada de mortero calibre 81 mm en estado activo y con carga propulsora.
La consulta inicial del particular llegó al Comando y, ante la duda sobre el estado del artefacto, se solicitó la opinión del Cuerpo de Bomberos y de las fuerzas de seguridad. Las imágenes enviadas por el vecino confirmaron la peligrosidad de conservar este tipo de elementos, fundamentalmente en espacios cerrados como una vivienda.
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Frente al riesgo que implicaba la manipulación de explosivos cuyo estado se desconoce, se dio inmediata intervención al Cuerpo de Explosivos de Bomberos de Cipolletti para retirar el artefacto del inmueble.
Retiro del objeto explosivo en el Barrio Luis Piedrabuena
Una comisión especializada se dirigió al domicilio del vecino, ubicado en calle Río Colorado del Barrio Luis Piedrabuena. Allí se concretó la entrega voluntaria del material. Se trata de una granada de mortero, calibre 81 milímetros en estado activo, con carga propulsora, aleta estabilizadora, cuerpo completo y espoleta.
El personal especializado retiró el elemento explosivo con los procedimientos de seguridad correspondientes y se trasladó a la unidad técnica para determinar su destino. Las autoridades recordaron la importancia de no manipular ni conservar materiales de este tipo ya que representan un riesgo para las personas por su capacidad explosiva y sensibilidad al tacto.
Características de la granada de mortero
Se desconocen los motivos por los que el vecino portaba un explosivo de tales dimensiones, fundamentalmente por el peligro que representa la detonación y la capacidad de sus proyectiles.
La historia de las granadas de mortero de 81 mm se remonta a la década de 1920 cuando Edgar Brandt diseñó el modelo original. El sistema demostró ser eficaz y se incorporó en varios ejércitos. Durante la Segunda Guerra Mundial se utilizó el mortero de 81 mm con el diseño francés, que lo convirtió en el arma estándar de los ejércitos durante el enfrentamiento armado.
Utilización en la Segunda Guerra Mundial
En la actualidad, los morteros de 81 mm continúan siendo un arma común utilizada por muchas fuerzas armadas para el apoyo de fuego indirecto. La granada de mortero tiene una alta capacidad explosiva, diseñada para detonar ante el impacto y causar el máximo daño por la onda expansiva y metralla.
Se puede utilizar para crear pantallas de humo con el objetivo de ocultar los movimientos de las tropas o para marcar objetivos de ataque. También se pueden utilizar para iluminar el campo de batalla en la noche, ya que disponen una bengala que puede facilitar la observación.
Otro tipo de granadas como la Valero española se diseñaron para provocar incendios en los objetivos. Es decir, todas las versiones de las granadas representan un peligro inminente y por eso la entrega voluntaria del vecino de Cipolletti, fue una acción acertada para velar por la seguridad de su familia, del barrio y de la comunidad en general.
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