Cooperativas de trabajo en crisis luchan por no desaparecer: tienen cada vez menos integrantes
La Cooperativa de Trabajo Barrio Obrero, al igual que otras muchas cooperativas en todo el país, redujeron el número de sus integrantes y luchan por subsistir.
Después de los recortes que efectuó el gobierno nacional en lo que fuera la Secretaría de Integración Socio Urbana (SISU), numerosas cooperativas de trabajo que concretaban obras en los barrios populares se quedaron sin recursos y se vieron obligadas a cerrar. En el caso de la Cooperativa de Trabajo Barrio Obrero, aún resiste y lucha por no desaparecer.
Nunca han sido fáciles las cosas para los que ponen sueños y esfuerzos en el desarrollo de las cooperativas de trabajo. Sin embargo, su labor, a partir de la actual administración del país, se ha complicado a tal punto que la sola continuidad de sus entidades se ha vuelto casi una hazaña.
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La realidad de la Cooperativa de Trabajo Barrio Obrero lo ilustra perfectamente. En sus mejores años, antes del ascenso a la presidencia de la Nación de Javier Milei, llegó a contar con unos 200 integrantes, es decir, cooperativistas que llevaban a la práctica proyectos como la mejora de las redes y conexiones eléctricas, la construcción de veredas y la ejecución de cordón cuneta, en distintos sectores poblacionales cipoleños.
En la actualidad, son apenas unos 15 los integrantes que permanecen vinculados a la entidad. Pasar de 200 a 15 es una reducción más que drástica. La consecuencia más notoria para la comunidad ha sido la paralización de emprendimientos que estaban en marcha y la imposibilidad de llevar adelante otros que no pasaron de proyectos y planificaciones que habían insumido dedicación y tiempo en su preparación.
El titular de la Cooperativa de Trabajo Barrio Obrero, Eduardo Álvarez, fue categórico en cuanto a que "las cooperativas de trabajo del país, en su conjunto, están todas mal por el hecho de que a nivel nacional se decidió terminar con las obras públicas".
Cooperativas de trabajo diezmadas
El resultado, ha sido que las entidades "quedaron todas diezmadas. En el caso nuestro, nosotros la habíamos armado para trabajar casi todo en los barrios populares y, como a otras cooperativas, nos han reducido todos los fondos de Nación".
Así las cosas, "al año que entró Milei", la organización pasó a quedar prácticamente "sin nadie". En un estado de paralización triste y lamentable, liquidador de las más poderosas esperanzas.
Gobierno nacional apurado por la Justicia
Durante el año en curso, no obstante, se abrió una pequeña luz para encauzar las expectativas acumuladas. Merced a iniciativas judiciales y políticas impulsadas a nivel central por la Mesa Nacional de Barrios Populares y por la dirigencia de los nucleamientos de la economía popular, se logró torcerle el brazo, al gobierno nacional, que se vio obligado a remitir algunos fondos a distintas cooperativas, entre ellas, la de Cipolletti.
Más de un año y medio después de la asunción de Milei, "se reactivaron algunos desembolsos de Nación y logramos empezar nuevamente a trabajar en Nuevo Ferri con veredas y ahora estamos arrancando con cordón cuneta en el Barrio Obrero A", expresó el dirigente.
Cuadrilla de obreros cooperativistas
Pero los fondos disponibles y lo que se puede concretar con ellos, no es mucho. Solo permite mantener una cuadrilla de 15 trabajadores cooperativistas. En lo referido a Nuevo Ferri, la suma recibida corresponde "a un porcentaje de una certificación que nos debían" y cuyo valor debía ser re-determinado tras tantos meses de inflación acumulada.
Aun así, la suma no ha alcanzado, ni mucho menos, para completar la obra, que se debió detener otra vez, tras concluirse algunas cuadras más de veredas. El proyecto inicial no ha pasado de un 60 por ciento de ejecución.
Obra de cordón cuneta
Luego, "con unos reembolsos que teníamos pendientes" y la cuadrilla de los 15, se retomó la construcción de cordón cuneta en el Barrio Obrero A. Los fondos aportados no permitirán más que dotar de esta infraestructura a una cuadra y media más, como máximo. Lo que alcance, se agregará a las 8 manzanas de la barriada donde la cooperativa ya completó la provisión de este equipamiento urbano. Al igual que en Ferri, lo ejecutado llega a un 60% de lo previsto.
Álvarez dijo que su entidad sigue desarrollando gestiones para que la ahora Subsecretaría de Integración Socio Urbana (SSISU), sucesora con menor rango de la SISU, resuelva algunas redeterminaciones más y se amplíen las tareas. Si esto no ocurre, el trabajo de la cuadrilla solo podrá extenderse hasta fin de año.
Convenios para contar con auditores
A todo esto, para los trámites ante la SSISU ha surgido un nuevo inconveniente. Y es que la repartición pública "no ha hecho los convenios con el Colegio de Arquitectos de Cipolletti o de Río Negro y, por eso, no tenemos auditores que certifiquen" el nivel de avance de las obras. En consecuencia, "es posible que no nos depositen porque no tenemos auditores, cuando ellos mismos son los responsables de no disponer de auditores".
"Milei rompió más el tejido social", enfatizó el dirigente, un vecino de 40 años que, aunque nació en Temuco, Chile, se considera un cipoleño más, puesto que vive en la ciudad desde que tenía apenas 2 años de edad. "Soy cipoleño, no soy de ningún otro lado", expresó, sin dejar lugar a dudas.
Su "militancia social" arrancó allá por el 2001, el año de una de las crisis más profundas que ha vivido la Argentina en tiempos contemporáneos. Desde entonces, prácticamente no ha parado nunca su labor junto al pueblo. Además de tener sus estudios secundarios terminados, es gasista matriculado. Su oficio completo es de plomero-gasista, pero también se ha desempeñado en otros rubros laborales.
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