"Cipo es tan grande como San Martín"
Maximiliano Amorone Ex jugador, autor del primer gol ante el santo tucumano en el 2002
Por entonces, eran dos los equipos de la Metro que perdían la división, y dos del interior. El empate entre ellos en la última fecha es lo que nos manda a nosotros a disputar el recordado partido ante San Martín de Tucumán del 5 de mayo de 2002 en Río Cuarto.
Yo tenía 19 años, el mes y medio previo a ese cruce fue tremendo. No cobrábamos, entrenábamos sin poder bañarnos en el club porque no había gas, no lo habían pagado, y el Mingo (Domingo Perilli, DT de aquel plantel) nos dijo un día que quien quisiera seguir por el club lo hiciera, pero teníamos libertad porque entendía que no había una moneda para pagarnos.
Nos quedamos todos, hasta el Pipa Cristian Sablich que era de afuera y no pudo jugar el partido con San Martín por estar suspendido. Fuimos pagos por San Martín de Tucumán a Córdoba, donde éramos boleta para todos por nuestro momento y la trascendencia del rival.
Por su historia, éramos conscientes de la repercusión de una victoria ante ellos, pero para mí Cipo es igual de grande. Pero sobre todo éramos conscientes de lo que significaban esos minutos para la historia de nuestro club. Mingo y el Ruso (Henry Homann, compañero en el campo de juego) nos metieron en la cabeza eso durante semanas enteras.
Dudo que la historia futbolística de Cipo se hubiera seguido escribiendo si perdíamos ese partido, más allá de que luego hubo que enfrentar a Bella Vista en una Reválida más dura todavía. Se rumoreaba de la posible llegada de un gerenciamiento, pero si perdíamos con los tucumanos, quién iba a poner dinero en un club fundido y descendido. Nadie.
Mi gol, que fue el primero del partido, fue un pelotazo largo desde el fondo, frontal, que me quedó para correrla larga y le pude ganar al defensor. Creo que hice dos goles de zurda en toda mi carrera. Ese fue uno. Increíble. Fue una de las alegrías más grandes. Ganamos 3 a 2.







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