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Casino patagónico se niega a pagar un premio millonario

Un hombre ganó 100 millones de pesos en un máquina tragamonedas y el Casino de Río Gallegos se niega a pagar esa suma de dinero.

Un casino de Río Gallegos quedó en medio de una polémica, luego de que se negará a pagarle un millonario premio a un hombre, el cual ganó mientras apostaba en las máquinas conocidas como tragamonedas.

Según reveló el medio Tiempo Sur, el protagonista del relato es un trabajador de Piedra Buena quien, para hacer unos trámites, viajó hasta Río Gallegos.

Aprovechando un espacio de tiempo libre, durante el mediodía del jueves, fue que decidió jugar en el Casino en una de las máquinas. Lejos de lo imaginado, el hombre terminó ganando un importante el premio: 100 millones de pesos, y la novedad terminó llamando la atención de todos los presentes.

Sin embargo, la emoción y la alegría duraron pocos minutos, cuando las autoridades del casino confiaron que la máquina tiene un “error” por lo cual no podían pagarle esa cantidad.

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“La máquina empezó a sonar cuando gané. Se acercó uno de los chicos que estaba en el salón, me felicitó y me dijo ‘ya vuelvo que te tengo que tomar los datos’. Al ratito volvió y cuando estaba anotando mis datos, apareció la encargada y le preguntó qué estaba haciendo. El chico le contó y la mujer dijo que no me iban a pagar el premio porque la máquina tenía un desperfecto”, arrancó diciendo el hombre en cuestión y luego agregó: “Me dijeron que no era una cantidad valida, que la maquina tenía un error. Yo pedí lo que era mío nada más. Si yo gano quiero cobrar lo mío, no quiero que me saquen lo mío”.

Con esto, fue que decidió radicar una denuncia en la Comisaría Primera de la ciudad, para luego iniciar un reclamo en Defensa al Consumidor.

De esta forma, Antonio Miranda, el abogado que, llevada adelante el caso, reveló que ya pidieron tener acceso a determinada información relevantes: “Se está pidiendo la nómina de personal que trabajo ayer en ese horario, informes y pericias técnicas de la máquina, y el nombre del técnico o la empresa encargada de poner estas máquinas en funcionamiento… también vamos a pedir el secuestro de la máquina y las filmaciones de las cámaras de seguridad”.

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En cuanto a las pruebas que tiene el damnificado a su favor, el letrado explicó: “Este señor pudo sacarle un par de fotos al premio, para que puedan ayudarlo a cobrar, porque esto le puede pasar a cualquier persona”. A su vez, aprovechó la oportunidad para pedir que todas las personas que hayan sido testigos de lo ocurrido, apoyen la versión del hombre: “A las personas que vieron la situación, le pido que se comuniquen conmigo para aportar, porque hubo más personas que sacaron fotos del premio”, cerró.

Otros casos similares

Esta no es la primera vez que algo así ocurre en el país. Es que, en el último tiempo, al menos otras cinco personas denunciaron haber ganado premios millonarios en las máquinas tragamonedas, los cuales el casino no quiso pagar.

2012

En febrero, una máquina tragamonedas del casino central de Resistencia pagó un premio de 3,4 millones de pesos, a un humilde trabajador de 54 años, que vivía de chances como jardinero. Si bien el ganador pensó que era la hora de su golpe de suerte y de que sus sueños comiencen a cumplirse, todo giro entorno a una pesadilla, ya que no quisieron pagarle esa suma.

Según su relato, cuando acudió a la caja para cobrar el dinero le dijeron que debía acudir otro día porque esas sumas no se pagaban mediante el trámite habitual. Cuando regresó, el miércoles 22, la actitud fue otra.

Fue ahí que le dijeron que la máquina “se había equivocado” y que lo que le correspondía era un premio de 2.500 pesos.

El hombre inició un proceso de reclamo y negociaciones con las autoridades de Casinos Gala, –la empresa que desde hace dos décadas explota las salas de juego del Chaco, perteneciente a la familia Blaqué–, pero la respuesta que recibió en todos los casos fue la misma: hubo un error y el premio no le será pagado.

2014

Un hombre se encadenó frente al casino de la ciudad de Apóstoles, en Misiones, para reclamar el pago de un premio de 277 mil pesos que ganó en una de las máquinas tragamonedas. Miguel Ángel Pezuk asegura que ese fue el monto que apareció en la pantalla de la máquina donde realizaba sus apuestas, pero los responsables de la casa de juego se negaron a pagarle alegando que había un error.

De acuerdo con la denuncia pública que realizó Pezuk, la combinación ganadora se produjo a las 22 y fue presenciada por otras personas que en esos momentos también apostaban en las máquinas electrónicas.

El hombre dijo que el jefe de sala y el gerente de la casa de juegos se pusieron nerviosos al ver el monto que debían abonar, y de mala manera le dijeron que ese premio “no se puede pagar debido a que la máquina no paga esos valores, y que se debía a un error”.

En una entrevista con el sitio www.noticiaslaregion.com.ar, Pezuk dijo que solo quiere que le den su plata. "Si la máquina funciona mal que le reclamen al ingeniero que la construyó. Voy a ir hasta las últimas consecuencias”, advirtió.

2020

Esta vez fue en Salta, en el casino de Rosario de Lerma. Allí, en septiembre de ese año, una mujer probaba su “suerte” en una máquina tragamonedas. Tras jugar unos minutos, la pantalla de la máquina le indicaba que había obtenido un Jackpot , por lo cual había ganado más de 19 millones de pesos.

La mujer, emocionada, llamó al encargado del local mientras la alerta del premio seguía en la pantalla. El hombre se acercó, miró y automáticamente hizo una llamada telefónica. "La máquina pagó un premio gordo. ¿Qué hacemos?", preguntó.

"Nos dijeron que esperemos a que venga el técnico y nos enviaron a jugar en otra máquina. Esperamos hasta la una y media pero el técnico nunca llegó y el encargado se reía cada vez que exigíamos el pago del premio", relató.

Ante la insistencia, el hombre terminó por admitir que había recibido la instrucción de pagarles el saldo de apuesta que figuraba en la pantalla: un total 3.344 créditos, es decir 167 pesos y luego apagar la máquina. Se negaron a recibir ese dinero y entre discusiones, la mujer retornó a su casa, no sin antes advertir que al otro día volvería a reclamar.

Al regresar al día siguiente, observó que la máquina seguía apagada. De esta forma, decidió hacer una denuncia y pedir la presencia policial para certificar el número del aparato. Cuando retornó al local con el efectivo de la Policía, vieron cómo un técnico manipulaba el tragamonedas.

"Cuando nos vieron llegar ser acercó otro encargado, que no era el mismo de la noche anterior, y directamente nos dijo "ustedes no ganaron nada'. Era otra persona, pero ya estaba al tanto de lo que pasaba", recordó la mujer.

Desde allí en adelante la ilusión se les transformó en una lucha sin fin para conseguir el pago. La damnificada trasladó la denuncia a la Fiscalía de Delitos Económicos en Salta capital y allí el expediente sumó volumen, con presentaciones, apelaciones, pericias y audiencias de conciliación entre muchos otros trámites.

La mujer explicó también que la citaron desde el Ente Regulador de los Juegos de Azar y que participaron de tres mediaciones, todas fracasadas. "No estuvimos de acuerdo, seguimos adelante con las acciones y ampliamos la denuncia en la Fiscalía de Delitos Económicos, donde ordenaron una pericia a la máquina que recién se concretó el 27 de diciembre", sostuvo.

Como si fuera poco, los resultados de la pericia, en la que la parte acusadora no estuvo presente, fueron dados meses después, y la conclusión del casino, a partir de dichas pericias, es que la máquina falló, se produjo un error y la apuesta había quedado anulada.

No obstante, y como dato clave, el informe de esa pericia arroja en el Modo Auditoría un "Jackpot handpay paid" (pago manual del premio gordo) de 19.672.096 pesos con 22 centavos tal como se puede apreciar en la copia en poder de la mujer. Es decir que la pericia efectuada admite que la máquina otorgó ese premio.

"Ellos se desentienden y dicen tranquilamente que la máquina tuvo una falla y que por eso la apuesta quedó anulada. Pero eso es un problema de ellos. Yo gané un premio y me lo tienen que pagar", sostuvo la damnificada. "Imagínese qué fácil sería que todos los casinos tengan el mismo argumento a la hora de pagar un premio: la máquina falló y por eso anulamos la apuesta. Directamente estamos hablando de una estafa a cara descubierta", cerró la mujer.

Un caso con fallo favorable

En octubre de 2006, en el casino Bingo de Lomas del Mirador de Buenos Aires, una mujer ganó 35 millones de pesos en una máquina tragamoneda.

“PAGO MANUAL GANADO: $ 35.663.093,02″, podía leerse en el visor de la máquina, pero las autoridades del Casino le aseguraron que no iban a pagarle esa suma. Primero le ofrecieron 2500 pesos para “solucionar” el tema, ya que las autoridades del Bingo hablaron de un “error de la máquina”. Luego le ofertaron 35 mil pesos, el “premio mayor” que podía otorgar el tragamonedas según la casa de juego.

A partir de ahí, fue que ella y su familia le iniciar acciones legales al Casino, sobre las cuales obtuvo una respuesta favorable. Justamente, una foto de la máquina mostrando el premio ganado, como así también la premisa de que la misma no tiene un monto máximo a pagar -lo que sí decían las autoridades de la empresa de juegos.

“Reconozco que fue un caso muy difícil de resolver, pero junto a la familia que se mantuvo firme logramos un muy buen resultado”, contó el abogado de la familia en cuestión, sin dar muchos detalles al respecto.

Más allá de los silencios lógicos y respetables en estos casos, desde La Nación informaron que el letrado trabajó tres meses para armar una estrategia con el fin de alcanzar el mejor éxito posible. No le resultó nada fácil, pero seis o siete meses más tarde logró su cometido. Debió cruzarse con sólidos colegas de por lo menos cuatro estudios de renombre. La causa iba camino a convertirse en un leading case (caso que establece jurisprudencia, fijando precedentes que determinan un nuevo principio o interpretación de la ley), con presunta resolución favorable para la damnificada.

Para respaldar la postura de su defendida, el abogado fue a los tribunales con una contraofensiva a los argumentos del bingo. Y cada vez que le decían “fue una falla técnica”, él respondía: “Las máquinas no cometen errores, sí los cometen los humanos que las programan”. Ergo: si un humano falló, debe resarcir a la víctima, es decir, pagar.

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