Brutal ataque y robo a pareja de laburantes: "A un adolescente lo mataban"

"Fue una pesadilla. Gracias a dios estamos vivos". Así definen Gisela Martínez (38 años) y Federico Montivero (41), el brutal robo del que resultaron víctimas en las primeras horas del sábado mientras regresaban en bicicleta a su hogar del barrio Distrito Vecinal y fueron salvajemente atacados a palazos por cuatro jóvenes delincuentes que "solo querían matar". Producto de la feroz golpiza, el hombre se llevó la peor parte y debió ser trasladado al Hospital, donde ya recibió el alta. Rescatan, dentro del drama, que "de milagro" la pueden contar...

El calvario de esta pareja de laburantes que volvía de cumplir una ardua jornada de trabajo en un comercio gastronómico de O Higgins y América, cerca de la ruta 151, tuvo lugar en la Avenida Illia, frente a las canchas González.

"Siempre nos manejamos en bici, porque nos gusta, porque vivimos alejados, no hay frecuencia de colectivos... Resulta que entrando por la avenida Illia, salen 4 chicos encapuchados armados y nos robaron todo: las mochilas con el efectivo, el celular, las dos bicicletas, las llave del local... Con una agresividad inexplicable, yo lloraba para que no me pegaran, porque soy mamá, tengo hijos, una de 14 años como ellos. Porque uno se descubrió la cara y no tenía más que eso", sorprende con el dato Gisela, en su desgarrador relato a LM Cipolletti.

"Le empezaron a pegar a mi marido, con un palo largo con masas de martillos en las puntas y también filosas. En la pierna tiene toda la marca, con elementos punzantes atacaron. Nunca en mi vida vi algo sí, iban a matar. No pensaban nada. No queríamos darle la mochila, ya que tenían las llaves del local. 'Ya te llevas la bici, cosas de valor', les decíamos. Yo gritaba desaforada, allí para un auto que fue el que nos ayudó y en esa secuencia también vimos una camioneta, cuyo conductor se fue a la comisaría a pedir ayuda pero nunca vimos el patrullero. Dentro de todo tratamos de calmarlos, si no nos reventaban todo. A un adolescente lo mataban, no tengo dudas", agregó la mujer sobre el dramático episodio.

"Esto te da mucha impotencia. Uno viene de trabajar y labura para progresar en la vida. Para que a ninguno de nuestros cuatro hijos le falte nada. Y perdimos la recaudación del día, ahora yo no puedo caminar ni ir al trabajo esta semana, en fin... Es la primera vez que nos pasa pero ese sector es muy inseguro, el de Illia, a otros vecinos les ha pasado y sigue todo en la nada...", lamenta lleno de indignación y aún dolorido, Fede.

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Y por último se refiere a un problema de jurisdicción: "Que son tierras del Mapu, del Distrito, son tierra de nadie... Lo que más impotencia es que son menores, si los encuentran van a entrar y salir", culmina Federico. Triste realidad.