Proteccionistas siguen sin respuestas del Municipio
Las voluntarias realizaron una protesta la semana pasada en Servicios Públicos pero, hasta el momento, sus planteos de más castraciones y por un plan integral de control de la población de perros y gatos no han tenido contestación. El actual silencio se suma al olvido en que han quedado sumidos varios requerimientos previos.
Los días pasan y las proteccionistas siguen sin tener respuestas a los reclamos que le vienen formulando al Municipio. Mañana se cumple una semana de la protesta que protagonizaron en las afueras de Servicios Públicos en procura de ser escuchadas, pero hasta ayer sólo había un inmutable silencio. Su petitorio no ha tenido contestación alguna. Tampoco un documento remitido hace un par de semanas al intendente Claudio Di Tella. La comunicación oficial está rota.
Hace ya un tiempo, el jefe comunal expresó públicamente su vocación de diálogo con las mujeres que en la ciudad vienen desempeñando, en forma de voluntariado, una tarea relevante para la atención que merecen perros y gatos, como animales domésticos que tienen derechos y que deben ser cuidados y recibir un buen trato.
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Sin embargo, a esta altura se desconocen los motivos por los cuales la actual gestión, al igual que otras del pasado, en lugar de trabajar con quiénes más se preocupan, y en forma desinteresada, por las mascotas, no abre el juego a la participación y colaboración de la ciudadanía.
La dirigente María Acosta, de la fundación SOS Animal Cipolletti, manifestó que esperaban una mayor predisposición para conversar y buscar soluciones en conjunto por parte de la secretaria de Servicios Públicos, Patricia Fernández, quien no ha dado muestras de reaccionar ante los planteos de las proteccionistas. Tampoco han recibido comunicación alguna del director de Zoonosis, el veterinario Lucas Urra, de quien también se habían hecho una idea, por ahora irreal, de que iba a producir un cambio para mejor en el área de su competencia.
En cuanto a Di Tella, la nota que le envió parece haber entrado en el túnel del olvido. Y con ella, otras cuatro comunicaciones previas remitidas al Municipio, que hasta el momento duermen el sueño de los justos, como se dice de las acciones e ilusiones que no se cumplen, o como en este caso, no tienen respuesta.
Acosta recordó que la protesta de la semana pasada se concretó para urgir a la comuna a ampliar y acelerar el ritmo de las castraciones, que "está muy lejos" de las 1.200 por mes que resultaría necesario para Cipolletti; para exigir capacitaciones para que los veterinarios del programa puedan cumplir su labor en forma exitosa; y para pedir la instrumentación de un plan de equilibrio poblacional de canes y felinos, que ya ha sido probado con buenos resultados en otros puntos del país. Un último punto tiene que ver con el cierre de la perrera de la Isla Jordán.
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