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Santiago Cayupan, enfermero: "la empatía y la vocación son hoy más necesarios que nunca"

El enfermero Santiago Cayupan trabaja en la salita de Costa Norte. En tiempos de carencias y limitaciones, destacó los valores de la vocación y la empatía.

Más que nunca en el trato con los pacientes debe manifestarse hoy "la empatía y la vocación solidaria" que requiere el ejercicio de su profesión, sostuvo el enfermero Santiago Cayupan, quien desarrolla su labor en la salita de Costa Norte. La crisis económica y las carencias que enfrenta el sistema de salud pública exigen un compromiso con la población.

Cayupan se recibió de enfermero profesional en 2003 en la Universidad Nacional del Comahue (UNCo). Pero decidió seguir estudiando y pocos años después, profundizó en su preparación, recibiéndose como licenciado en Enfermería. Antes de pasar por las aulas, había trabajado en el sector privado de la salud, pero pronto supo que su destino era el Hospital público y que era una decisión de vida.

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Con 50 años de edad, ya ha acumulado una amplia experiencia y hasta se ha convertido en referente de sus compañeros de oficio y de los trabajadores hospitalarios en general, primero como delegado y luego, hasta el presente, como integrante de la conducción del gremio Asspur.

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El enfermero Santiago Cayupan puso de relieve la necesidad que existe de superar la crisis de la salud pública y resalto el papel de la atención primaria de la salud para el bienestar de la comunidad.

El enfermero Santiago Cayupan puso de relieve la necesidad que existe de superar la crisis de la salud pública y resalto el papel de la atención primaria de la salud para el bienestar de la comunidad.

Hace algunas temporadas, cumple sus funciones de enfermero en la salita, esto es, en el Centro de Atención Primaria de la Salud (Caps) de Costa Norte, que depende del Hospital Pedro Moguillansky. Allí, es testigo cotidiano de la creciente demanda de asistencia de la población y de las dificultades que enfrenta la salud pública para dar respuestas.

"Podría haber sido otra cosa, ser médico, por ejemplo, pero siempre quise ser enfermero. En la atención, el enfermero es la persona que pasa más tiempo con un paciente, con el que necesita ayuda, con la persona que sufre y ese vínculo humano no lo hubiese tenido en otra profesión", expresó Cayupan.

"Nuestra labor, para decirlo en pocas palabras, se dirige a garantizar un derecho que tiene todo ser humano que por alguna circunstancia no querida, por algo fortuito, está sufriendo problemas de salud: es el derecho a curarse, a recuperarse, a poder estar mejor", enfatizó.

El enfermero y sus sentimientos

Resulta penoso que todos esos buenos sentimientos se tengan que poner a prueba cada vez con más dramatismo. "Esto que se está viviendo ahora en todos los aspectos es peor a lo que se vivió en la crisis del 2001-2002. El Hospital público, nacional y provincial, está atravesando un nivel de carencias, para brindar atención, que no se había visto nunca", afirmó el enfermero, con gran preocupación.

Y no ocultó la angustia que siente tanto él como sus compañeros de trabajo de la salita y de todo el Hospital cuando los turnos, que son pocos, se demoran en concretar; cuando no hay ni un analgésico de venta libre para darles a personas que no tienen un peso para comprarlos de su bolsillo; cuando los análisis de laboratorio se postergan semanas y semanas; cuando no llegan las vacunas que se esperan; cuando falta hasta lo más mínimo.

Si bien reconoce que el sistema de salud pública viene decayendo desde hace años, el enfermero sostuvo que la administración del presidente Javier Milei está aplicando una política "nefasta e inédita" para el sector, "exacerbando los recortes presupuestarios" y dando de baja o reduciendo en forma más que ostensible programas de asistencia fundamentales para la población.

Sistema muy deteriorado

"Ahora el sistema está totalmente deteriorado", aseguró y consideró que resulta "inconcebible" que el gobierno nacional haya recortado las posibilidades de atención para pacientes que padecen cáncer, o que sufren hemofilia, o que cursan tratamientos por el virus de inmunodeficiencia adquirida, el VIH.

"Yo les explico a los pacientes que las carencias que afronta el Hospital se deben a la política de la motosierra y les digo que escriban y presenten reclamos" ante las autoridades competentes, porque la actual situación no puede seguir y menos aún profundizarse y tocar fondo, que es a lo que tiende, sin embargo.

Tras señalar que el gobierno provincial propicia, en su opinión, una política "similar" a la de Milei, indicó que a la salita a veces se tardan en llegar de Nación las vacunas que están especificadas para cada momento, con la extendida inquietud que ello provoca.

Ni anticonceptivos ni preservativos

"No nos están mandando anticonceptivos, al extremo de que ahora no hay directamente", precisó y señaló que todo lo relacionado con la salud sexual y reproductiva viene experimentando recortes, lo que podría implicar que haya más embarazos no planificados. Las pocas cajas de anticonceptivos de administración oral y los pocos inyectables que se han recibido no han cubierto las necesidades más que de una mínima proporción de las mujeres que los demandan.

Ni siquiera se cuenta con preservativos para entregar a los varones que no pueden adquirirlos por su cuenta, con lo que se potencian todavía más los riesgos de embarazos no queridos, en una época en que las jóvenes y las adultas de familias socialmente vulnerables podrían verse en serios apuros para cuidar y criar a los recién nacidos.

Tampoco se están dando a las madres que llevan a sus hijos a la salita las tradicionales libretas de control del niño, que se dejaron de recibir en este año. Por eso, las madres deben traer cuadernos de cualquier formato y marca para anotar las vacunas que les ponen a sus chicos y las mediciones de peso, de talla y de desarrollo perímetro cefálico que se les tienen que realizar a ellos en forma periódica.

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Son tiempos difíciles para el sistema público de salud nacional y provincial. En la salita de Costa Norte y en el conjunto del Hospital local, los trabajadores no ahorran esfuerzo por cumplir sus funciones y tampoco aflojan en sus reclamos y demandas.

Son tiempos difíciles para el sistema público de salud nacional y provincial. En la salita de Costa Norte y en el conjunto del Hospital local, los trabajadores no ahorran esfuerzo por cumplir sus funciones y tampoco aflojan en sus reclamos y demandas.

Perolas carencias no se limitan a la provisión de medicamentos e insumos, sino que se extienden a la falta de personal imprescindible que afecta al Hospital y los centros de salud. Se cuenta cada vez con menos médicos especialistas, entre ellos cirujanos y pediatras, lo que viene siendo motivo de reclamos de pacientes y gremialistas hace ya un tiempo considerable. También hacen falta más enfermeros.

Entre los profesionales que más se necesitan figuran los trabajadores sociales, puesto que en la actualidad el nosocomio cuenta solamente con tres de ellos para atender la creciente e inmensa demanda que se presenta a diario. Y no es para menos, ya que deben dar respuesta a la gente que concurre directamente al Hospital y también a la que acude después de pasar por los Caps. Con saber que son 15 los Caps que funcionan en Cipolletti, se tendrá una idea de la magnitud de la labor habitual que deben realizar. "Están extremadamente sobrecargados de trabajo", remarcó Cayupan.

"Se han ido muchos médicos y enfermeros por la crisis de la salud pública y los bajos salarios que se pagan", cuestionó y puntualizó que los haberes del personal hospitalario no alcanzan, en promedio, el monto de la canasta básica que marca la línea de la pobreza. Según el Indec, en junio tal monto llegó a los 1.128.398 pesos.

Ser solidarios, siempre

Así las cosas, la labor de los enfermeros requiere, en cada nueva jornada, imprescindibles dosis de "vocación y solidaridad". "Siempre hay que ser solidarios. Esto se aprende, en parte, con la formación profesional, pero sobre todo por empatía, por la voluntad de ponerse en el lugar del otro", aseguró.

Brindar la atención debida a una madre primeriza o asistir a jóvenes que se contagiaron de sífilis, una enfermedad que parecía controlada pero que tristemente ha regresado, son metas que precisan de un compromiso humano efectivo, permanente, como todas la tareas de enfermería y de la medicina en general.

Añadió que, en el caso de la sífilis, cuyos casos están en aumento, "hay que insistir en las medidas de cuidado y en mucha educación" para volver a reducir su incidencia.

Prioridad: la atención primaria de la salud

El enfermero destacó el papel que deben cumplir los Caps en la asistencia a la comunidad. De acuerdo con diversos estudios, la atención primaria de la salud (APS) permite dar respuesta y resolver alrededor del 90 por ciento de los requerimientos sanitarios de la población, siendo así "fundamental" para las políticas públicas. Prevenir resulta prioritario. Lamentablemente, en el presente la APS no está logrando, en el país, concretar su misión en no más de un 30-40 por ciento.

Pese a todo, contra viento y marea, Cayupan se manifiesta "optimista" en cuanto a que las cosas cambiarán y se revertirá el deterioro del sistema de la salud pública. "Soy optimista, confío en el pueblo argentino, un pueblo que lucha y que sabe que con la lucha se fortalece", concluyó el profesional, apostando al futuro.

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