Sin clases por plaga de roedores
Es el problema más grave de la Escuela 50. Pero hay más falencias.
La comunidad educativa de la Escuela 50 determinó la interrupción del ciclo lectivo. Varios problemas al mismo tiempo y la falta de respuestas por parte de las autoridades fueron los detonantes.
La continuidad de las actividades ponía en riesgo a alumnos y docentes, debido a la presencia de una plaga de roedores en el edificio. También, hay complicaciones por una pérdida de agua, cuya acumulación ya ronda las instalaciones eléctricas de la Escuela.
Los padres cuestionaron la falta de respuesta por parte de Educación, ya que estas situaciones ya fueron planteadas a las autoridades regionales. «Sin embargo, no vinieron ni arreglaron nada. Parece que como somos de una escuela rural no hay soluciones», reclamó una de las madres.
Además de esas graves complicaciones, en la escuela necesitan mejoras en la iluminación.
El malestar y la gravedad de la plaga de roedores llevaron a la suspensión de clases. Ayer, al servir el almuerzo, el persona detectó excremento de roedores en la vajilla. Por esto, se requirió la presencia de funcionarios de la delegación de Educación. Como no hubo «ninguna respuesta» las clases se suspendieron por tiempo indeterminado, a la espera de soluciones.
Por otro lado, en el lugar también hay una pérdida de gas, provocada accidentalmente por los alumnos. Según se informó, trabajaban en la creación de una huerta y al clavar un poste delimitador, «pincharon» un caño de gas, que estaba a unos 15 centímetros de la superficie y en la escuela desconocían que el mismo pasara por ese sector, debido a que la institución no cuenta con planos que indiquen los lugares por los que pasan caños de agua y gas. Esta es otra grave situación para la comunidad educativa del establecimiento.
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