
Hacer ejercicio también ayuda a retener recuerdos
La actividad física previene el deterioro de la memoria episódica.
Ya está más que demostrado que son muchos son los beneficios que genera en el organismo humano la actividad física, incluso para la salud mental. Ahora, una nueva investigación reveló que también mejora a la memoria ya que hacer ejercicio previene su deterioro y ayuda a retener los recuerdos.
Los psicólogos de la Universidad de Pittsburgh, Estados Unidos, enfatizaron que la actividad aeróbica sigue siendo uno de los enfoques más prometedores para mejorar la función cognitiva en la edad adulta tardía. En un artículo publicado en la revista Communications Medicine, los especialistas compartieron datos de docenas de estudios e indicaron cuánto ejercicio deben hacer y a partir de cuándo los adultos mayores para poder ver mejoras. “Todos siempre preguntan: ‘¿Cuánto ejercicio debo hacer? ¿Cuál es el mínimo indispensable para obtener beneficios?’ Según nuestro estudio, parece que hacer ejercicio unas tres veces por semana durante al menos cuatro meses es lo que necesita para obtener los beneficios en la memoria episódica”, sostuvo Sarah Aghjayan, autora principal del trabajo y estudiante de doctorado en Psicología Clínica y Biológica de la Salud en la Escuela de Artes y Ciencias Kenneth P. Dietrich.
Hay varios tipos de memoria. La denominada episódica se ocupa de eventos que sucedieron en el pasado de las personas y, casualmente, es una de los primeras en declinar con la edad. A su vez, tiene un gran valor para los individuos ya que puede definirse entonces como el recuerdo de experiencias personales pasadas. Dada la falta de tratamientos farmacéuticos para prevenir o revertir este deterioro, los científicos plantearon la importancia de investigar otros métodos que sirvan para promover su integridad. “Por lo general, me gusta hablar sobre la primera vez que se puso al volante de un automóvil”, explicó Aghjayan, para graficarla. “Para que recuerdes dónde estabas, cuántos años tenías, quién estaba en el asiento del pasajero explicándote las cosas, esa sensación de emoción”, continuó.
Según el estudio, las mayores mejoras fueron observadas entre las personas de 55 a 68 años.
El ejercicio que hace latir el corazón se mostró prometedor en el incremento de la salud del cerebro. Pero si bien los experimentos en ratones habían mostrado mejoras en la memoria, los estudios que analizan el mismo vínculo en humanos resultaron contradictorios. Por eso, el equipo analizó minuciosamente 1.279 estudios y finalmente, los redujo a solo 36 que cumplían con criterios específicos y que representan datos de 2.750 participantes. Luego, utilizaron un software para transformar la información de los datos en un formulario donde las diferentes investigaciones pudieran compararse directamente.
Una de las claves es saber en qué momento empezar a hacer ejercicio para poder gozar de los beneficios en este caso vinculados a la memoria. Como dicta el sentido común, cuando antes se empiece, mejor. Igualmente, la experta norteamericana detalló: “Descubrimos que hubo mayores mejoras en la memoria entre las personas de 55 a 68 años en comparación con las de 69 a 85 años, por lo que intervenir antes es mejor”.
También, comenzar a edades más tempranas puede ayudar más en los casos en los que el cerebro no sufrió ningún daño: los psicólogos descubrieron mayores efectos del ejercicio en aquellos que aún no habían experimentado ningún deterioro cognitivo.
¿Se puede ejercitar después de los 70?
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“Mejor tarde que nunca pero si en la vejez es temprana, mejor aún”, sostuvieron los investigadores en la revista Heart e indicaron que solamente 20 minutos de ejercicio diario realizado por personas de entre 70 y 75 años pueden tener gran beneficios para sus organismos, principalmente en su corazón y en el cerebro.
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