Enormes pozos en el barrio Mercantil se convierten en una verdadera trampa
Uno de los que puede ser bien calificado como "cráter" tiene una profundidad de casi cuatro metros.
Se trata de verdaderas fosas en las que, además, se puede observar la existencia de una cañería que no tiene identificación de alguna de las empresas de servicios públicos.
Esos "cráteres" se encuentran en un predio descampado, que está en la intersección de Nicaragua y Lago Guillelmo, en diagonal a un Jardín de Infantes, lo que es un indicio del peligro que eso implica.
Ambos pozos tienen gran profundidad y por ejemplo, uno de ellos supera los 3,75, lo que por encontrarse al ras del suelo y sin una señal de advertencia, representan una gran peligrosidad para cualquier peatón que pase por allí distraído que, de caerse, podría sufrir consecuencias ciertamente impredecibles.
Además, la ubicación en la que se encuentran los pozos hace que sea algo difícil poder distinguirlos. Más aún, cuando baja la luz se convierten en una trampa. Como todo ese espacio no tiene construcciones, suele ser utilizado por los niños que viven en las cercanías para recrearse, lo que se transformó en otro de los motivos que llevó a los vecinos a dar el alerta a distintas dependencias.
Según le contó ayer a este diario un vecino que vive frente al lugar, ya había dado aviso a la Policía como también, hace más de una semana, habló con personal de Obras Públicas de la Municipalidad para que constaran el problema pero todavía no había obtenido ninguna respuesta. Es de esperar que eso sea pronto.
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