Inauguró escuela de acrobacia en pandemia en Cipolletti, la sacó a flote y llevará su talento a Italia
Dos atletas de acrobacia aérea cumplirán el sueño de participar de un torneo en Italia, sorteando los desafíos económicos de una disciplina poco visibilizada.
Cecilia Kohon (27) y Yasna Avecilla (21) serán las encargadas de representar a la Patagonia en el torneo internacional Aerial Vertigine, que se realizará en Torino, Italia. Ambas son acróbatas y profesoras en Viento, una escuela de Cipolletti que ofrece formación en distintas disciplinas aéreas para niños y adultos.
La escuela Viento Acrobacia inauguró en 2020, pero nació hace aproximadamente una década, de la mano de Belén Garrido, quien practicó telas durante mucho tiempo, antes de convertir su pasión en vocación.
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Sobre sus inicios como profesora, recordó que “estaba pasando un momento laboral complicado, me habían echado de mi trabajo y justo mi profesora de telas quedó embarazada de mellizos, así que me dio la posibilidad de ayudarla a dar las clases.”
Cuando nacieron los bebés, su profesora decidió no retomar las clases y Belén quedó a cargo de todos los grupos de alumnos. “Nunca estuvo en mis planes dedicarme a enseñar tela, pero se fue dando de manera muy natural”, aceptó.
Una disciplina relacionada al mundo circense
A pesar de que actualmente los deportes aéreos están en auge, hace diez años, cuando Belén comenzó a dar clases, eran muy pocas las personas que los practicaban. Incluso, resultaba difícil encontrar tutoriales en internet que explicaran cómo realizar los trucos.
“Fui haciendo mi camino, pero la tela siempre estuvo relacionada con la informalidad; era algo que se hacía en las plazas”, contó. Hoy por hoy, cree que como cualquier otro deporte debe practicarse en un entorno adecuado y con los elementos de seguridad necesarios.
“Traté de llevar esta disciplina, que viene del palo del circo y de lo informal, a un marco más formal. Siempre creí que si yo me lo tomaba en serio, la respuesta de la gente iba a venir por ese lado también”, cuestionó.
En cuanto a sus estudiantes, la mayoría son niños y niñas, por lo que Belén entendió que “las infancias necesitan otro tipo de contención, entrenar en un lugar seguro. En esa época daba clases en El Andén, pero había un flujo constante de gente que entraba y salía y no se podía controlar”.
Del tropiezo en la pandemia a tener tres sucursales
En ese contexto, el proyecto desembarcó en la sede ubicada en calle Wilde 140 del barrio Arévalo. Durante el verano de 2020, Belén alquiló el primer galpón donde Viento Acrobacia abriría oficialmente sus puertas. “Fue una apuesta muy grande, invertí todo mi dinero en eso”, admitió.
Sin embargo, nadie podía prever lo que sucedería ese año con la llegada de la pandemia Covid-19. “Inauguramos en febrero, la primera clase era en marzo y enseguida empezó la cuarentena. Hasta septiembre no pudimos trabajar; el protocolo de las telas era muy difícil porque no sabían cómo sanitizarlas”, relató.
Pese a eso, no permitió que los imprevistos le impidieran continuar con su sueño. “Mi objetivo era sobrevivir, quería sacar adelante mi escuela como fuera posible”, recordó. Así, comenzó a dar clases virtuales, prestó telas a sus alumnas para que las colgaran en sus casas e incorporó clases de yoga y flexibilidad, buscando la manera de sortear los obstáculos.
“Mucha gente nos ayudó, hubo familias que siguieron pagando la cuota a pesar de que las clases presenciales no se podían dar”, agradeció.
El esfuerzo dio sus frutos y cuando se levantaron las restricciones la respuesta fue tan positiva que en 2023 surgió la posibilidad de alquilar un segundo galpón, ubicado en calle Córdoba 66. “Ese año fue un éxito, se nos llenaron los cupos en ambas sedes”, detalló la fundadora del espacio.
Actualmente, dictan distintas actividades como trapecio, gimnasia artística, acrobacia de piso, aeroyoga y hasta polesport —disciplina que se realiza en Viento Estudio, la tercera sucursal que inauguraron hace un año en calle Fernández Oro 40—.
Rumbo a Italia
“Le damos importancia a que nuestras alumnas tengan un nivel que les permita participar de distintos eventos y competencias internacionales”, explicó Belén, quien el próximo 9 de diciembre acompañará a dos de las profesoras de la escuela, Yasna y Cecilia, a representar al país en el torneo de Italia. El certamen se llevará a cabo el viernes 12 de diciembre.
“Yas es mi alumna desde los 8 años, nos conocemos de toda la vida. Para mí es una alegría y un orgullo enorme que ellas hayan clasificado y puedan vivir esto. Va a haber un antes y un después de este viaje”, expresó Belén, quien ya tuvo la oportunidad de participar en competiciones en el exterior y sostiene que, más allá de lo competitivo, lo importante es vivir la experiencia y compartir con personas de distintos puntos del mundo.
Por su parte, Cecilia, o "Chechu" como la conocen todos, tuvo su primera participación en un torneo el año pasado, cuando viajó al Elévate Aerial Championship Latinoamérica en Chile. “Yo la primera vez que salí del país fue el año pasado y ahora me voy a Europa. Me siento muy agradecida con Viento, que me abre las puertas para conocer el mundo haciendo lo que me gusta”, dijo.
Chechu, aseguró que “fue una experiencia super enriquecedora. Seguimos la filosofía de no apuntar al podio como prioridad; sino el hecho de ir, animarse, entrenar, juntar la plata y lograr presentarse era el objetivo principal. Llegar a eso fue la parte más positiva”.
Sin embargo, sin esperarlo, Cecilia logró el primer puesto en su categoría durante la competencia en Chile, lo que le permitió clasificar al certamen que se disputará en diciembre.
Aunque obtuvo un excelente resultado, sufrió un pequeño percance: al terminar su coreografía y bajar del colchón, se dobló el pie. Lo que en principio parecía un simple esguince terminó siendo una fractura.
Aun así, decidió dejar el accidente en segundo plano y utilizar lo vivido como impulso para enfrentar el próximo desafío. “Este tipo de cosas se superan de forma colectiva. Durante los dos o tres meses que me llevó la recuperación tuve una red de contención: mis amigos, mi familia y también Belu y Yas, que me pasaban a buscar para que venga aunque sea a tomar mates”, comentó, y agregó: “Este lugar es para todas nosotras un hogar, y espero que nuestras alumnas también lo sientan así”.
En cuanto a Yasna, ya tuvo la oportunidad de participar en distintos torneos pero desde la primera vez que compitió, siempre tuvo presente la meta de poder llegar a un escenario en Italia.
A pesar de haber practicado telas desde muy pequeña, en esta oportunidad presentará una coreografía en lyra (aro aéreo), siendo la primera vez que concursa con este elemento.
"Lo decidí así porque lo veo como una oportunidad para seguir desafiándome y mostrar todo lo que crecí tanto en técnica como artísticamente, más allá de buscar un resultado, lo que me motiva siempre es vivir la experiencia, aprender de otros artistas y dejar algo mío en cada escenario", aseguró Yas.
Un viaje autogestionado: el esfuerzo detrás de la competencia
Viajar a competir a otro país, e incluso a otro continente, implica mucho más que lograr la clasificación, las horas de ensayo y la planificación de la coreografía. Como ocurre en muchas disciplinas, conseguir financiamiento económico resulta difícil, y los fondos deben ser cubiertos en su totalidad por los deportistas.
Este factor, además, no incentiva la participación de los atletas en las competencias y termina por desmotivarlos. Belén, reconoció que al tratarse de un deporte que no está federado, se complica mucho más recibir ayuda. Y continuó: “Nos cuesta llegar a gente que nos pueda sponsorear. Capaz no es una disciplina que la gente se vuelva loca por representar, hay cierta subestimación de lo circense. Quizá sea más fácil que alguien apoye a un equipo de rugby o de fútbol”, cuestionó.
De todos modos, no se dieron por vencidas y comenzaron a organizar distintos eventos para recaudar fondos. “Iniciamos una rifa que se sortea en noviembre. En octubre ofrecimos un show varieté; todo lo recaudado fue destinado al viaje”, contó Belén, quien anunció que el próximo mes organizarán un bingo para ofrecer algo distinto, mientras continúan en la búsqueda de un sponsor.
“Esto que pasa en Argentina, no es lo mismo que pasa en el resto del mundo. En otros países hacer tela tiene el mismo nivel que cualquier otra disciplina, esperemos que se pueda traer un poco de eso acá”, concluyó Belén.
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