Los robacables no paran: atacaron en varias ciudades del Alto Valle

Pocas horas después que la policía rionegrina secuestrara un millonario cargamento de cables de cobre y aluminio robados en su mayor parte a Edersa, la empresa distribuidora de energía, se conocieron nuevos hechos delictivos de este tipo ocurridos en varias localidades de la región.

En esta nueva oportunidad, los ladrones robaron y vandalizaron instalaciones eléctricas en Cipolletti, Villa Regina, Mainque, General Enrique Godoy y Chichinales, donde provocaron el corte del servicio que afectó a instituciones, productores, industrias frutícolas y usuarios residenciales.

Fuentes del gobierno provincial destacaron que lo más grave se registró en la zona rural de Godoy, donde los delincuentes se alzaron con alrededor de 300 metros de cable de media tensión, dejando a productores e industrias sin servicios, afectando los trabajos justo en la temporada alta del sector frutícola.

“En el área de chacras de Godoy son constantes los robos hace dos meses. Sabemos que la policía trabaja fuerte y esperamos que los buenos resultados en relación a allanamientos, incautaciones y detenciones sigan apareciendo”, explicó una alta fuente de la distribuidora eléctrica EdERSA.

Los robos también se produjeron en el área rural de Mainque, en la zona céntrica de Villa Regina y también de Chichinales, donde atacaron frente al edificio municipal.

“Se registraron varios robos en baja tensión en el centro de Regina. Es más, hubo un intento en el club Círculo Italiano, que no llegaron a concretar. De todas maneras, los delincuentes dejan los cables colgando, con el riesgo eléctrico que significa”, indicó el mismo portavoz.

Mientras que en la ciudad de Cipolletti, también durante la madrugada, le tocó sufrir por la inseguridad a los vecinos del barrio Mercantil, varios de ellos ubicados en las calles Brasil y Río Limay.

En todos los casos, las cuadrillas operativas de EdERSA trabajaban en procura de la restitución del servicio.

Secuestro millonario

El robo de cables y la vandalización de instalaciones eléctricas para apoderarse de cobre y aluminio se incrementó de manera alarmante en los últimos años debido al aumento del costo de esos materiales que seduce a los delincuentes.

Para enfrentar este flagelo la Legislatura rionegrina sancionó una ley para vigilar a los compradores de esos metales, chacaritas y chatarrerías y a la vez la policía provincial apuntaló las acciones con mayores controles.

Uno de los resultados más fructíferos se logró durante el último fin de semana, cuando interceptaron dos camiones con semirremolque cargados con más de 10 mil kilos de cables, que Edersa reconoció como propios.

Se estima que el cargamento secuestrado tiene un valor cercano a los 160 millones de pesos.

El operativo se realizó el sábado cuando la Brigada de Investigaciones de General Roca ambos rodados y detectó que la documentación presentada por el conductor era inconsistente.

Tras ese resultado el Ministerio Público Fiscal ordenó el domingo la realización de requisas y posteriormente se ordenó un allanamiento, con resultado positivo.

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Según se describió, esta actividad delictiva implica la participación de tres sectores claramente definidos. Primero, están los individuos encargados de robar físicamente los cables. Después, están los propietarios de diversas chatarrerías que funcionan como negocios legales y que adquieren material robado en el mercado negro para su almacenamiento. Por último, están las fundiciones y talleres donde, mediante procesos metalúrgicos específicos, se separa el cobre del aislante para su venta posterior.

A través de su cuenta en X (ex Twitter) el gobernador Alberto Weretilneck reconoció y felicitó a la Policía, el Ministerio de Seguridad y Justicia, y al Ministerio Público. El mensaje fue acompañado por un video que muestra el momento en que revisaban los camiones. Se pudo observar que el material ilegal lo llevaban oculto entre cubos de latas de aluminio comprimidas, destinadas al reciclaje.