Denunció que el veterinario dejó morir a su perro: "Le tiró agua caliente para engañarnos"
El perro tenía cuatro meses e ingresó por vómitos. El cuerpo del Shar Pei salió mojado y envuelto en una manta.
“Nos entregó el cuerpo del perro empapado con agua tibia, al parecer quiso calentarlo para disimular el horario de su muerte”, contó a LM Neuquén un estudiante de la UNCo, quien denunció este miércoles a un veterinario de Centenario: “Lo llevamos porque tenía vómitos, lo internó y no nos dejó verlo. Cuando nos plantamos en la puerta del local, apareció y nos lo tiró en las manos diciendo ´recién se acaba de morir´”.
Román era un Shar Pei y tenía cuatro meses. El 12 de diciembre había encontrado a su nueva familia, que lo bautizó con ese nombre por el ídolo xeneize Juan Román Riquelme. “Soy fanático de Boca”, aseguró el joven, que por sus redes sociales hizo un descargo sobre lo sucedido, posterior a la denuncia en la Fiscalía de Centenario.
Te puede interesar...
“El viernes en la noche hice un asado y me habían comentado que le podía empezar a dar carne al animal. Era mi primer cachorro y lo cuidaba mucho, tenía poca experiencia y cumplía lo que mi veterinario me había dicho”, comenzó relatando el joven de 22 años, y desarrolló: “Fue a partir de eso que comenzó a vomitar, me asusté un poco y al ver que al otro día volvió a vomitar, lo llevamos a un veterinario de urgencia”. Al no poder encontrar a su veterinario de confianza, optó por llevarlo de urgencia a que lo vea otro profesional.
“Lo primero que nos hizo ruido fue que empezó a criticar el trabajo de su colega, argumentando que le había faltado poner de las vacunas cuando nació", marcó el joven, y describió: “Le puso una vacuna y dijo que mañana, por el domingo, volviéramos a pasar”.
El domingo fueron dos veces a la veterinaria: “La primera, al mediodía, cuando nos mandó a comprar Mylanta para darle, cosa que nos siguió pareciendo raro porque supuestamente él debe tener las cosas para los animales y -también- nos llamó la atención que le dieran eso que es para las personas”, dijo, y continuó: “A eso de las 19:30, cómo siguió con los vómitos, lo volvimos a llevar y lo pinchó de nuevo”.
Una hora después de la última vacuna, Román volvió a vomitar. "Cada vez menos", pero lo volvió a hacer a las 20:30 y a las 23:30. “Esto lo hago solo con ustedes, les dejo mi celular para que hablemos directamente por WhatsApp”, le dijo el veterinario, situación que a la familia “le pareció llamativa porque no lo conocían al hombre”.
El lunes continuó en su mal estado y quedó internado por el mismo profesional que vio los síntomas de urgencia. Lo vacunó más de una vez y afirmó que debía quedarse en el local para mejorar su salud. Según el estudiante, el médico les había dicho: “Hay que ver cómo evoluciona para ver lo que tiene”.
“Cuando lo dejamos, nos avisa al rato que arrancó con diarrea, algo que a nosotros no nos había sucedido y nos dijo: 'Está crítico´”. La familia comenzó a inquietarse y pidió ir a ver al cachorro el martes por la mañana y “las excusas empezaron a aparecer”.
“A pesar de que el veterinario nos dijo por mensaje que no podíamos ir, mi papá se mandó, pero aún así no lo pudo ver, no lo dejó pasar ni por afuera”, se enojó el joven, y detalló: “Cuando llegué a mi casa el martes en la noche y mi padre me comentó que no lo había visto, empezamos a hablar que posiblemente ya estuviera muerto y lo tuviera ahí un día más para sacarnos más guita”.
Cuando la familia empezó a deslizar esa posibilidad, entre la bronca y la urgencia, se presentaron en la puerta del local en donde estaba el perro. Hablaron con el médico por celular, y les dijo que “estaba crítico y que a la medianoche iba a darle otro medicamento”. “Para eso, yo ya estaba en la puerta como una hora antes, no vaya a ser que nos diga que pasó antes y yo me pierda la posibilidad de verlo", contó el joven, quien rápidamente se dio cuenta: “Nos mintió. Le mandó un mensaje a mi madre que supuestamente recién se había ido de la veterinaria, yo estaba en la puerta y no lo vi. No prendió las luces ni nada, era mentira”.
Ahí la familia comenzó las gestiones para sacar a Román. Era la medianoche del martes y cayó el veterinario al lugar: “Entró solo, estuvo como 15 minutos encerrado adentro y nosotros estábamos afuera con una policía de tránsito que justo pasó por esa calle”.
“Nos lo queríamos llevar para una veterinaria de Neuquén, ya teníamos la logística medio armada, pero no pudimos”, describió con tono de bronca: “Salió el veterinario con el cachorro sin vida, envuelto con una manta y mojado con agua tibia, y nos lo tiró en nuestros brazos. Dijo: ´Recién se acaba de morir´, y soltó una sonrisa, y se encerró".
La Policía ya estaba presente en el lugar, quienes los acompañaron a hacer la denuncia. “Román era mi primera mascota y este tipo se abusó de eso, nos mintió y no vamos a parar hasta que le saquen la matrícula”, concluyó el estudiante.
LEÉ MÁS
Denunció mala Praxis: "Decían que estaba bien y mi mamá no respiraba"
Denunció: para Bomberos, el incendio del auto fue accidental
Leé más
Rescató a un perro al borde de la muerte y ahora le busca un hogar
Noticias relacionadas
Dejá tu comentario