Gutiérrez quiso silenciar a la familia de Facundo Castillo, denunció amenazas y escribió una carta
El condenado por el crimen del joven neuquino pidió un "bozal legal" para la familia de la víctima y presentó un habeas corpus para que lo cuiden de otros presos.
Ramiro Gutiérrez intentó sin suerte silenciar a la familia de Facundo Castillo, a quien mató con su camioneta BMW arrollándolo a la salida de una fiesta, hecho por el que fue condenado a 12 años de cárcel y está detenido en prisión preventiva porque el fallo aún no está firme.
Lo hizo mediante un escrito presentado el miércoles por uno de sus abogados defensores, el viedmense Damián Torres -por años allegado a JSRN y ahora afiliado a Libertad Avanza- con el argumento de que “se encuentran coaccionando a través de los medios comunicación”, en alusión a la denuncia pública que hizo Esteban, papá de la víctima, en la que se quejó porque Gutiérrez goza de privilegios en el Establecimiento Penal de Viedma.
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El pedido se analizó este jueves en una audiencia por zoom, en la que el condenado, conocido como “el gitano” y asistido en la oportunidad por el abogado también de Viedma Luciano Perdriel (que mencionó a Facundo como “presunta víctima), solicitó también un habeas corpus preventivo, con el fundamento de que las declaraciones hechas en redes sociales con repercusión en medios periodísticos, pusieron en peligro a Gutiérrez dentro de la prisión.
Puntualizó que las publicaciones vinculan a su defendido con el narcotráfico y un elevado poder económico, lo que le permitiría acceder a privilegios en su estadía carcelaria.
Amenazado por otros presos
Pero además sostuvo que esas versiones llegaron al resto de los reclusos, y aseguró que en los últimos días fue “intimidado, amenazado y coaccionado” por algunos de ellos.
Advirtió que “corre un peligro inminente su integridad física” y pidió que se le comunique al Servicio Penitenciario que se le “garantice la falta de contacto con el resto de la población carcelaria” y que se extremen las medidas para su resguardo.
Juan Manuel Coto, abogado querellante que representa a la familia Castillo -cuyos integrantes participaron de la audiencia-, requirió rechazar el habeas corpus preventivo porque no había sido planteado por la defensa en el requerimiento de la audiencia, en la que pedían medidas cautelares e imponer una suerte de “mordaza legal” a los allegados a la víctima.
El profesional aclaró que en el escrito no había ninguna referencia respecto a las condiciones de seguridad de Gutiérrez, por lo que no era el propósito de la convocatoria.
Requirió en en cambio que se le de intervención a la fiscalía de Viedma para que investigue las presuntas amenazas que recibió el detenido.
Planteos desestimados
El juez de Garantías Guillermo Merlo rechazó ambos planteos. Sostuvo que el hábeas corpus para los detenidos rige en los casos en que sus condiciones de detención se vean agravadas.
Mientras que también desestimó el pedido para silenciar a la familia Castillo, y aclaró que hicieron uso de su derecho a expresarse.
La carta de Gutiérrez
El condenado había presentado una nota en la que describió el mismo reclamo que hizo su defensa, y que leyó durante la audiencia.
En el escrito, que responde a lo manifestado por Esteban Castillo- negó tener vinculaciones con el narcotráfico, como tampoco "acomodos políticos".
Sostuvo que "no tienen pruebas para afirmarlo, pero sus palabras están generando un daño profundo, no solo a mi, sino también a mi familia, que desde hace años también sufre en silencio".
Desmintió tener privilegios en el penal, con otros internos que "acceden un régimen de confianza". Dijo que tiene buena conducta, compromiso demostrado con la reinserción y que está estudiando.
"Estoy cambiando, porque quiero que el día que recupere mi libertad la sociedad reciba una menor versión de mí", enfatizó, y admitió el impacto que le produjo el incidente que terminó con la vida de Facundo. "El peso de lo ocurrido lo llevo conmigo todos los días", recalcó entre otros aspectos de su vida actual a los que se refirió, como también el futuro que planea.
La Corte debe definir
La madrugada del 19 de diciembre de 2021, Facundo Castillo salió junto a un grupo de amigos de la fiesta Celebrate, que se realizaba en el predio Finca La Nonnina.
El grupo caminaba por la calle Julio Salto en dirección a la Ruta Nacional 22, donde tomarían una Traficc que los llevaría a Neuquén, un servicio que utilizaban para no tener que conducir al volver y no generar riesgos.
Pero a poco de salir una camioneta BMW flamante tomó a contramano para evitar la extensa fila de vehículos que se había formado, y pasó a toda velocidad tan cerca de ellos que alcanzó a rozar a una chica. Alguien del grupo de amigos les recriminó por la maniobra y unos metros más allá la camioneta paró, bajaron amigos de Gutiérrez y se armó una pelea. Se fueron, pero al llegar a la Ruta 22 Gutiérrez pegó la vuelta en U y encaró directamente al grupo, impactando de lleno a Facundo, lo arrastró cerca de 10 metros para luego retroceder y arrollarlo nuevamente. Otros jóvenes que lo vieron alcanzaron a tirarse a una acequia que corre paralelo a la calle. Por ellos le agregaron cinco tentativas de homicidio en la calificación.
Ramiro Gutiérrez fue condenado a 12 años de prisión en el juicio realizado a mediados de 2023, y al que llegó en prisión preventiva. Su defensa apeló el fallo, que fue ratificado por el Tribunal de Impugnación. Lo mismo resolvió el Superior Tribunal de Justicia. La causa ahora está para ser resuelta en la Corte Suprema de Justicia, mientras él sigue en preventiva. En todo el proceso estuvo asistido por abogados de renombre del ámbito regional y contó con el acompañamiento del mediático Fernando Burlando y su equipo.
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