¡Polémica! Algunos restaurantes empezaron a cobrar por llevarte la comida que sobró
La publicación de una conocida influencer causó una fuerte polémica. Y la práctica comenzó a ganar terreno en distintos locales gastronómicos argentinos.
¿Te sobró comida en el restaurante y pensaste en pedir que te la preparen para llevártela? En algunos restaurantes podés llevarte una sorpresa, ya que ahora comenzaron a cobrar por tus propias sobras, y se desató la polémica.
Esta práctica, que comenzó a ganar terreno, desató una fuerte polémica entre quienes la consideran un abuso y quienes la defienden como una medida lógica ante el aumento de costos y el desperdicio de recursos.
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La Chica del Brunch”, reconocida influencer gastronómica dio detalles de la experiencia que le tocó vivir cuando fue a un restaurant porteño, y luego de terminar de comer, quiso llevarse las sobras a su casa y allí se dio con la sorpresa: “Buen día, ¿Qué opinan ustedes de que están cobrando en muchos restaurantes cuando pedís llevarte los que sobró?”, se preguntó en una historia que subió a Instagram.
“Mi humilde opinión, quizás se puede meter en la estructura de costos como para que no sea chocante cuando te viene en la cuenta medio de sorpresa”, agregó.
Como era de esperarse, la publicación se viralizó en las redes sociales y se llenó de comentarios que criticaron el accionar del restaurant. “Si lo pagaste es tuyo y te lo podes llevar. Altos caraduras”, “Ni Venezuela se animó a tanto”, “Pero si ya lo pagaste. Te lo cobran dos veces”, “Imagino que te cobran solo la bandeja y la bolsa, pero... si, deberían incluirlo en el menú, así suena menos chocante”, “Es el almuerzo de sus empleados”, fueron algunas de las opiniones.
Quién es “La Chica del Brunch”
Su verdadero nombre es Rocío Strat y, en una nota que le brindó a La Nación, contó que mamó el amor por la comida a través de sus padres cuando vivía en el barrio de Boedo. Por un lado, su mamá Liliana era la encargada de armarle las viandas para el colegio con una vuelta de rosca que sus compañeros envidiaban. Por otro lado, su padre, Rubén, fanático y curioso por la cocina, quien la introdujo en recetas exóticas como la musaca (un plato griego).
“Yo llevaba champiñones en el táper y me miraban onda ‘¿por qué no llevás patitas de pollo?’. Hay un amor por parte de mi mamá por esmerarse un poco más, hacer algo distinto y también mi familia es de Medio Oriente, es decir, para lo que ella cocina, siempre utilizó bastantes especias y picantes. Si lo vas consumiendo de chico, el paladar se va aclimatando”, señaló.
El furor por la página de Instagram
Rocío plasmó su amor por la comida a través de su página, en la que hacía reseñas, pero a menor escala que la actual; sin embargo, fueron sus propios amigos que la alentaron a dar un paso más. “Me decían ‘che, estoy yendo a tal lugar porque vi una historia tuya y me tentaste, ¿Por qué no hacés algo con esto?’. Vos entrabas al álbum de mi celular y era exclusivamente comida. No ibas a encontrar otra cosa”, indicó.
Con ese material y su conocimiento, abrió una cuenta de Instagram que empezó a crecer en el medio de la pandemia, paradójicamente, cuando no se podía andar por la calle. En su lugar, compartió videos de recetas, pero una vez que reabrieron los locales, volvió a filmar en cafeterías, bares y restaurantes, en un contexto en el que la gente tenía la necesidad de salir de sus hogares.
“Ahora que se podía salir a comer... bueno, ¿a dónde puedo salir a comer?. Yo creo que la facilidad es que ahora estás a un click de enviarle el material a otra persona y que esa persona, quizás, no me conoce. Y esa segunda persona dice ‘¿quién es esta piba? La voy a empezar a seguir’. Así es como el boca en boca digital empieza a crecer”, manifestó.
Además, Rocío encontró su carisma a la hora de cómo contar, teniendo en cuenta al público que se dirige. “Lo que pega también es que soy una piba normal que va a comer y cuenta su experiencia: es algo más terrenal, más popular. Fui comí y me paso ‘esto, esto y esto’. Pero traté de encontrar mi voz porque si no es más de lo mismo”, explicó.
La primera reseña que se viralizó fue la de un bodegón de parrilla, que llegó a 6 millones de reproducciones y 200 mil likes, aunque este no es su récord dentro de la cuenta. En la actualidad tiene casi 5 millones de seguidores que tienen en cuenta sus recomendaciones a la hora de elegir un lugar para comer en el mapa gastronómico de Buenos Aires.
¿Cómo trabaja la chica del brunch?
La premisa para ir a filmar es que a Rocío la seduzca previamente la propuesta. “Si a mí me gusta un lugar, voy a filmar como iría cualquiera. Yo solo subo contenido que me guste. No me gusta subir contenido donde no me haya gustado el lugar, me parece que no está bueno hablar de un local que, capaz, está recién empezando. En esos casos, prefiero escribirle por privado y decirles por qué no me gustó como una sugerencia”, explicó.
“Como la cuenta está en creciente me suelen contactar algunos locales y yo evalúo si me interesa o no. Siempre con la condición de que me tiene que gustar el producto para que yo lo comparta. No me voy a quemar solamente porque una persona me invitó a comer, prefiero decirle la verdad”, añadió
La influencer divide sus días en partes: mantiene su trabajo en la oficina, sale a filmar videos en los lugares gastronómicos elegidos y en la noche edita el material.
Durante la semana, sale a cuatro cafeterías y hace dos cenas aproximadamente, siempre en compañía de amigos y familiares que comparten todos los platos. Y ante la cantidad de alimentos que le sirven, aclaró: “Lo único que no quiero es desperdiciar comida, así que si algo de la mesa llegara a sobrar siempre lo pido para llevar y se lo regalo a alguien que lo necesite en el momento”.
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