Cuando el mejor remedio, a veces, no viene en un frasco: dosis de mimos para pacientes y 'pacientitos' con cáncer

A veces, una palabra de aliento y esperanza, una frase pegada en una pared que tira ‘la mejor onda’, un gesto o un abrazo, en los momentos más duros, también pueden ayudar “a sanar”. Y más cuando se trata de una dura enfermedad que conlleva largos tratamientos e insume mucha de la energía de los pacientes.

Es por eso que en el Centro Oncológico Integral (COI) por voluntad propia, por solidaridad, por empatía y por "ganas de dar aliento” a los pacientes que a diario realizan tratamientos contra el cáncer, trabajadores y técnicos de la clínica decidieron “mimar” a sus pacientes y familiares con pequeños gestos para tratar de hacer, de las frías paredes que puede tener un centro de salud, un ambiente mucho más cálido y confortable para hacer frente a un tratamiento.

Máscaras de radioterapia pintadas a mano

Una de las iniciativas, llevada a cabo por técnicas de la institución de Leben Salud, consiste en brindar máscaras que se usan para los tratamientos de radioterapia “pintadas a mano” con motivos infantiles. Entre ellos, los más elegidos, superhéroes, como el 'hombre araña', y princesas.

Cuando llega el esperado fin de un tratamiento, también llega una decoración especial que viene acompañada de sorpresas para los ‘pacientitos’.

“La idea surge para hacer más ameno el pasaje del tratamiento de los niños y niñas, buscando que la entrada al equipo sea un lugar ambientado a su gusto, para esto mismo nos encargamos de averiguar sus colores, personajes y música favorita”, explicaron las técnicas Carina Rioseco y Muriel Pincheira, del área de Radioterapia.

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“En base a eso y a la edad del paciente nos ponemos a diseñar la decoración de cada niño. Este trabajo lo realizamos los técnicos de Radioterapia con la ayuda de información que nos brinda su doctora y los técnicos que realizan la marcación”.

El único fin como equipo es que el pequeño se sienta en un lugar seguro, que visualmente sea lindo y que con la música pueda tener la confianza y seguridad para que su tratamiento sea más llevadero tanto para él como para sus padres, remarcaron las técnicas. Generar un ambiente más cálido para tratar de aligerar el temor y sacar una sonrisa a los pacientes más pequeñitos.

Dentro de las iniciativas, “si el niño hace tratamiento con máscara, procedemos a pintarla de su personaje o temática elegida, a su vez contamos con la donación de capas de superhéroes/princesas, realizamos banderines, stickers, decoración con globos, carteles de finalización de tratamiento, etc”, contaron.

El equipo del COI también cuenta con un auto a batería que lleva y trae a las niñas y niños de la sala de tratamiento.

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“En algunas ocasiones el día de finalización de tratamiento con el paciente que quiera, realizamos una decoración especial en la sala de espera a modo de festejo, donde se suma mucha gente de otros sectores de la clínica e incluso pacientes. Ese día como símbolo de finalización se toca una campana que está ubicada en esa sala”, contaron las voluntariosas y empáticas trabajadoras.

Frases “sanadoras”

“Nosotras ingresamos a los pacientes con consultas oncológicas, aquellos que deben hacer tratamientos de radioterapia, braquiterapia, entre otros y cuando finalizan les entregamos el informe y además imprimimos frases alentadoras, esperanzadoras que los pacientes reciben muy bien”, explicó Maira, recepcionista de Oncología.

“Conocemos a los pacientes, los vemos durante mucho tiempo, algunos realizan tratamientos de meses y tratamos de que se sientan de la mejor manera posible”, agregó.

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Una frase esperanzadora acompaña a la campana que tocan los pacientes al finalizar un tratamiento.

Es así que además de la “campana” que tocan los pacientes cuando finalizan los tratamientos, cosechando aplausos, ahora “ponemos carteles con una frase inspiradora, bien visible en la sala, que vamos cambiando. A la gente le gusta y cuando terminan se sacan fotos”.

“Buscamos un trato más familiar, porque generás un vínculo con los pacientes y estas cosas las pensamos para dar un mimo acompañando al paciente. Llegan con distintas situaciones, distintas realidades y tratamos de ayudar en el tratamiento como podamos, desde nuestro lugar”, concluyó Maira Cebadera.