Raptó en su auto a una menor y la manoseó: seguirá libre

La tarde del 9 de agosto del año pasado, minutos antes de las 20:30, un hombre que manejaba una Chery Tiggo color gris oscuro con vidrios polarizados que circulaba por la zona del barrio CGT frenó e introdujo de los pelos y a la fuerza a una adolescente que caminaba hacia su casa. Luego aceleró y comenzó a manosearla en los pechos y la vagina por arriba de la ropa.

A unas cinco cuadras la chica logró abrir la puerta y se arrojó del vehículo en la esquina de las calles Capitán Gómez casi Mosconi. Un grupo de personas, entre ellas una familiar, observó esa parte de la escena. Pero además también fueron captadas por una cámara de seguridad. Todo sirvió de pruebas que fueron relevantes en la investigación.

La jovencita logró llegar a su casa y contar lo sucedido. El padre entonces salió en busca del depravado y ayudó a que lo atrapara la policía minutos después.

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El hecho tuvo enorme trascendencia por su extrema gravedad, pero además porque el gobernador Alberto Weretilneck hizo una publicación en la que destacó el trabajo realizado por el personal policial y difundió las imágenes del momento de la detención.

El pervertido, identificado con las siglas G.N.R.A. fue imputado por el delito de “rapto y abuso sexual simple en concurso real”, y siguió libre. De hecho solo estuvo detenido unas pocas horas, hasta la audiencia de formulación de cargos.

El hombre fue a juicio y en una audiencia realizada semanas atrás los fiscales Guillermo Ibáñez y Julieta DellaCha, junto al abogado querellante Michel Rischmann, y el defensor Mario Nolivo consensuaron cerrar la causa en un proceso abreviado, que como condición requería la confesión del acusado.

El acuerdo establecía imponerle una pena de un año de prisión condicional -que no lo llevaba tras las rejas- y el cumplimiento de pautas de conducta por el término de tres años. Entre ellas, la prohibición de acercamiento y consultar a un profesional que evalúe si necesita realizar algún tipo de tratamiento psicológico por su posible perturbación mental.

GNRA, que tiene alrededor de 40 años de edad y luce un visible tatuaje en uno de sus brazos, aceptó la propuesta, lo que implicó confesar haber sido el autor del hecho.

El juez Marcelo Gómez avaló lo acordado por las partes y dictó el fallo como lo habían planteado. Valoró La confesión, las pruebas presentadas -en particular el testimonio de la víctima y los testigos-, las imágenes de las cámaras de seguridad y la labor policial.

Respecto a las reglas de conducta, el delincuente tiene prohibido acercarse a la menor a menos de 100 metros en forma personal y a menos de 500 de su casa ni contactarla por ningún medio u otra personas. Además deberá realizar una consulta con un profesional de la psicología para que “determine la necesidad de realizar algún tratamiento en base a los hechos acusados”. Esto lo tiene que acreditar en el plazo de 3 meses.

El resto de las medidas son de rigor: mantener la residencia, no cometer nuevos delitos; no consumir alcohol en exceso ni drogas en la vía pública y presentarse al Juzgado de Ejecución 8 de Cipolletti cada dos meses para estar a derecho e informar sobre sus condiciones de vida. Además deberá hacerse cargo de los honorarios del abogado querellante.

El fallo establece además que deberá ser incorporado al Reprocoins -Registro Provincial de Condenados por Delitos contra la Integridad Sexual-.

Había salido de caza

La adolescente que raptó y manoseó no fue la única víctima de GNRA ese día, porque horas antes acosó a otra mujer que encontró en la vía pública, muy cerca de donde abordó a la menor.

Alrededor de las 16:20, la víctima caminaba por la calle Ecuador casi Lago Gutiérrez, cuando inesperadamente fue interceptada por el mismo sujeto en la Chery Tiggo gris.

La vecina le advirtió que llamaría a la policía, por lo que el depravado se fue. De todos modos llamó a su esposo desesperada por lo ocurrido y ya en compañía de él, cerca de 30 minutos después, observaron el vehículo estacionada en la vía pública. Allí anotaron la chapa patente e hicieron la denuncia en la Comisaría 24 del barrio Don Bosco.