El asaltante de los tatuajes en la cara va 5 años y tres meses a prisión

El asaltante que amenazó con un cuchillo en la garganta a la empleada de una verdulería del barrio Villarino de Cipolletti fue condenado a 5 años y 3 meses de prisión.

El caso se resolvió días atrás en un juicio abreviado en el que Santiago Facundo Salazar, de 30 años de edad, admitió su culpa y aceptó la pena que será de cumplimiento efectivo, ya que tiene antecedentes delictivos computables.

El hecho se produjo minutos después de las 13:30 del viernes 12 de enero último en el comercio ubicado sobre la calle Manuel Estrada y Esquiú, donde Salazar era conocido, ya que vive en las inmediaciones y demás su pareja trabaja en un kiosco situado enfrente.

Ese mediodía entró al local como lo había hecho en otras oportunidades, pero inesperadamente tomó un cuchillo tipo carnicero que encontró sobre un mostrador y se lo apoyó en el cuello a una de las trabajadoras mientras reclamaba la entrega de dinero. Se apoderó de unos 20 mil pesos de la caja registradora y un teléfono celular y escapó.

El domingo siguiente la Policía lo atrapó durante un allanamiento realizado en la casa de su madre, en Cinco Saltos, donde tenía prohibición de acercamiento.

Cúmulo de pruebas

Para los investigadores no fue tan complicado dar con el autor del atraco al encontrar un cúmulo de pruebas e indicios irrebatibles. No solo las víctimas lo reconocieron porque lo conocían, sino que también la secuencia del ataque quedó registrada por las cámaras de seguridad donde se lo individualizaba claramente. Para restarle dudas a la acusación, las imágenes mostraban los particulares tatuajes que tiene en el rostro: tres estrellas en torno a su ojo izquierdo y dos diamantes superpuestos en la zona del cuello.

Mayor certeza aún generó en los responsableces de esclarecer el caso cuando desde el entorno del acusado se comunicaron con las damnificadas y le ofrecieron devolverle el botín robado, pero también les pidieron que retiraran la denuncia, lo que no prosperó.

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El hecho quedó calificado como “robo agravado por el uso de arma blanca”, que prevé una pena de entre 5 y 15 años de prisión de cumplimiento efectivo.

Salazar quedó en prisión preventiva en principios por cuatro meses por la existencia de riesgos procesales, como peligro de fuga y entorpecimiento de la investigación.

En la audiencia de formulación el fiscal Martín Pezzetta y defensor Oficial, Sebastián Nolivo, anticiparon la posibilidad de cerrar la causa en un juicio abreviado.

Los jueces adelantaron que homologarán la modalidad de juzgamiento y dictarán la correspondiente sentencia. Las partes renunciaron a los plazos por lo que la sentencia se encontrará firme al momento de ser dictada y como como el imputado permanecía en prisión preventiva, continuará detenido pero cumpliendo su respectiva pena.