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El "balneario" de El 30 casi se cobra una nueva víctima

Un vecino quedó atrapado en un remolino y se salvó de milagro.

Para escapar del calor, un cipoleño de 34 años se arrojó a las aguas del mal llamado “balneario” de El 30, y para su desgracia fue atrapado por un potente remolino que lo succionó, lo golpeó contra objetos sumergidos y estuvo a punto de ahogarlo. Por fortuna, y pese a estar en muy malas condiciones, con un último esfuerzo logró zafar del abrazo mortal y salió como pudo a la superficie, en medio de la consternación general de quienes presenciaron la terrible escena.

El hecho ocurrió ayer por la tarde y el afectado fue trasladado por una ambulancia al servicio de guardia del hospital Pedro Moguillansky, donde ingresó alrededor de las 17. Allí se comprobó que tenía traumatismos en la cabeza y otras partes del cuerpo, además de presentar signos de haber aspirado hacia los pulmones agua y su propio vómito, muestras del difícil momento que enfrentó.

El hombre, que trabaja colocando cerámicos, había llegado con familiares hasta la zona parquizada que bordea al canal principal de riego para pasar unas horas de esparcimiento. En un determinado momento, decidió darse un chapuzón y, por lo que se sabe, no vio cartel alguno que prohíba usar el caudal para bañarse.

En el cauce no está permitido el uso recreativo pero, además de la ausencia de una señalización conveniente, el Municipio no dispone ni de vigilancia para evitar el baño ni menos aún de guardavidas. En consecuencia, muchas personas se meten al agua y se desata el riesgo.

El vecino se zambulló y a poco se vio atrapado por el remolino, de gran intensidad teniendo en cuenta lo golpeado que quedó el hombre. Pese a que luchaba para no hundirse, sus posibilidades de sobrevivir se reducían segundo a segundo. Mientras, alrededor, la gente observaba atónita y desesperada puesto que no se atrevían a hacer nada por temor a que el vórtice también los arrastrara.

Una vez en el hospital, lo atendieron las médicas Lucía Mancuso y Carolina Contreras, que ayer lo mantenían en observación.

Faltan medidas de seguridad

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