Argentina empató con Sudáfrica, en un partido emotivo que mereció ganar
El seleccionado perdía 2-0 pero con mucha garra y corazón logró la igualdad, con goles de Sophie Braun y Núñez. Le faltó un poco más precisión en los últimos metros para quedarse con la victoria.
Le faltó estar más fina en la última jugada y, por qué no, tener un poco más de suerte. Lo que no le faltó fue entrega, garra y corazón. El ABC de este seleccionado argentino de fútbol femenino que luchó hasta el último minuto por una victoria que mereció. Y aunque haya sido un empate, el modo en que lo consiguió fue heroico.
Porque del otro lado había un equipo muy potente físicamente y que estaba dos goles arriba casi sin querer. Pero Argentina nunca se rindió y con menos fue más, lo empató y lo podría haber ganado de ser un poco más precisa en la definición. Pero no se pudo. Aunque con lo que mostró, las jugadoras merecen un reconocimiento más que especial.
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Desde el arranque el partido se mostró muy parejo, con los dos equipos yendo al frente en busca de abrir el marcador. Sin embargo, primaron más las imprecisiones que la prolijidad en el juego, dándole por un lado una dinámica de ida y vuelta constante, aunque sin mucho lucimiento de ninguno de los dos lados.
De todos modos, eso no invalidó que ambos equipos tuvieran ocasiones de gol. En ese sentido, las sudafricanas parecían tener más controlado el juego, con el buen manejo de Motlhalo y Biyana. Y en una distracción defensiva de la Argentina, Sudáfrica le sacó provecho al máximo en una contra muy veloz, en la que Thembi Kgatlana rompió la línea defensiva por la derecha (habilitaba Mayorga) y puso un pase gol sencillo hacia el medio para que Linfa Mothalo, a la altura del punto del penal, la empujara a la red.
Si bien la asistente marcó posición adelantada, el VAR no necesitó mucha tecnología para cambiar el fallo y convalidar el 1-0 de Sudáfrica. Iba media hora y Argentina sintió el impacto, aunque nunca dejó de buscar. Y mereció un poco de suerte con un remate desde el costado de Lonigro que pegó en el palo.
El entretiempo le vino bien a la Selección porque en el complemento salió tan decidida como en el comienzo del partido, aunque más organizada, con Yamila Rodríguez más metida en el juego. Y los méritos para el empate se fueron sucediendo, aunque hubo otro baldazo frío: a los 20 minutos, la capitana de Sudáfrica, Kgatlana, aprovechó otro error defensivo y puso el 2-0.
Parecía cosa juzgada pero la Selección Argentina sacó de adentro todo su amor propio. Siguió buscando, con intensidad y un gran despliegue físico, y en cinco minutos consiguió el empate: a los 28, Sophie Braun metió un golazo desde afuera del área (la controló con el muslo y metió un derechazo al ángulo) y a los 33, Núñez, de cabeza, aprovechó un gran centro de Yamila Rodríguez y puso el 2-2. Argentina estaba de nuevo en carrera.
Pero al equipo de Germán Portanova le sobraron ovarios pero le faltó claridad para dar el último toque. Las sudafricanas parecían entregadas, aguantando como podían y Argentina iba con todo para adelante, pero no pudo concretar esa última pelota que le diera la victoria.
Una victoria que mereció y que hubiese la primera en un Mundial. Pero no llegó aunque sí se queda con la certeza de que tuvo garra y corazón como para no bajar nunca los brazos y soñar con un milagro en cierre del grupo, cuando se enfrente a Suecia el próximo miércoles a las 4 de la mañana.
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