De qué murió Gerardo Rozín y el día que habló de su salud en TV

La muerte de Gerardo Rozínentristeció por completo a todo el mundo del espectáculo y la televisión argentina, principalmente porque sus últimos meses de vida los dividió entre su familia y su trabajo en la pantalla chica, en donde siempre buscó llegar alegría a las casas de los argentinos, pese a transitar una enfermedad terminal.

Según expresó un amigo cercado al periodista, el intendente de Rosario, Pablo Javkin, Rozín había sido diagnosticado con un tumor en el cerebro, que se había tornado irreversible allá por abril del 2021.

Justamente, en ese momento, el conductor desapareció de la pantalla de Telefe, dejando la conducción de La Peña de Morfi a Jésica Cirio -quien contó con la ayudar del periodista Ariel Rodríguez y algunos invitados como Soledad Pastorutti, Iván de Pineda y Paula Chaves, para llevar adelante el programa- durante poco más de un mes.

“Me voy a tomar una licencia, ando con unos problemas de salud que afortunadamente pintan bien y son arreglables, nada más grave de lo que por suerte pudo ser, pero que requiere hacerme estudios y trabajar en el asunto. Para eso, me voy a ocupar un tiempo sin romper las guindas por ahí, los voy por seguir viendo. Lo cuento yo en vivo para que no haya malas interpretaciones”, detalló Rozín, antes de despedirse de sus compañeros.

Días después de esa despedida, el conductor había publicado un video a su cuenta de Instagram para desmentir algunas versiones erróneas sobre su estado de salud -las cuales aseguraban que tenía un tumor en la cabeza- y llevar tranquilidad a sus seguidores. “No estoy internado ni nada de lo que acabo de leer. Pero lo cierto es que tengo que me tengo que ocupar seriamente de ver a qué obedecen algunos síntomas que me aparecieron. Y como tengo, por suerte, todo el apoyo de mi familia, de Telefe y de todo el mundo, voy a dedicar estos días a estudiar el asunto para ver qué tengo y a curarme rápido”, aseguró el conductor.

“Agradezco porque el o la que se asustó ya mandó buena onda. Me siento querido, los quiero a todos. Empiezo recién ahora el camino de este diagnóstico y a estudiar un poco el asunto. Entiendo el derecho a informar, lo recontra banco. En la medida de lo posible si esperan que nosotros vayamos contando las buenas nuevas es mejor. Porque bueno, tengo hijas, hijos y tengo que andar explicando que estoy acá y que no estoy internado, por ejemplo”, finalizó en una videollamada.

Tras cuatro semanas, Gerardo volvió a mostrar en televisión, y dado que aún existía una gran preocupación por su salud, el periodista decidió contar un poco lo que había vivido, pero jamás reveló que tenía un cáncer en el cerebro, y mucho menos, que le quedaban pocos meses de vida. Es más, incluso habló que de su salud estaba “bien”.

“Estoy feliz de volver y tengo mucho por agradecer, yo los extrañé. Quiero ir rápido al programa, pero quiero contar que me tomé cuatro semanas de licencia porque, como dije, tenía que ver algunas cosas de salud que afortunadamente están bien, pero necesitaba tomarme mi tiempo”, confió en aquel momento el periodista rosarino ante le felicidad de sus compañeros por su vuelta, la cual se completó definitivamente una semana después, cuando piso los estudios de televisión.

“Mi agradecimiento eterno para todos los colegas y las colegas que la verdad me respetaron los tiempos de ir viendo lo que afortunadamente está bien, pero que no se sabía... y que me permitieron justamente ir enterándome junto con mi familia, sin tener que hacer un bolonqui de eso. Es un respeto que voy a agradecer toda la vida y por supuesto quiero agradecer también a las conductoras y conductores que durante este tiempo nos ayudaron a mejorar el programa”, concluyó para luego dar paso al contenido de una nueva edición del ciclo.