Condenado por homicidio: robó un auto, chocó y mató

En un fallo sin procedentes en la provincia, tres jueces cipoleños consideraron que el ladrón que hurtó un auto y luego chocó y mató al joven Francisco Di Clérico en la Ruta 151 se pudo representar ese desenlace. Aunque afirmaron que no tenía la intención directa de matar, sostuvieron que al imputado no le importó asumir mayores riesgos con tal de escapar y asegurar así su impunidad. Su conducta, afirmaron, fue "temeraria e imprudente".

Para los jueces, eligió poner en riesgo la vida de otras personas, era consciente de que podía "producir un mal". No buscó matar a Di Clérico, pero sabía que era posible llegar a ese resultado y esa posibilidad no lo hizo claudicar. Por eso, lo declararon ayer autor penalmente responsable del delito de hurto de vehículo estacionado en la vía pública, en concurso real con homicidio simple con dolo eventual. Con esa calificación legal, David Bastías puede recibir una pena de 8 a 31 años de prisión efectiva.

Muy distinto hubiese sido el escenario si los jueces evaluaban el hecho como un homicidio culposo agravado, cuya expectativa de pena es de 3 a 6 años. Pero la prueba valorada por los jueces acreditó la teoría del caso y la calificación penal del dolo eventual que abonaron los fiscales Martín Pezzetta y Gustavo Herrera (también la querella, representada por Santiago Ramos Luna).

"Bastías era quien conducía y quien podría haber evitado lo sucedido", sostuvo enfáticamente la jueza Florencia Caruso al leer ayer el veredicto. Sus colegas Marcelo Gómez y Guillermo Baquero Lazcano compartieron todos sus argumentos y el veredicto final.

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En su sentencia, Caruso sostuvo: "Puedo decir con certeza que Bastías emprendió una furiosa y temeraria fuga para procurarse su impunidad con un hecho ilícito anterior de menor entidad, generando riesgos altísimos al mayor bien jurídico protegido como es la vida. Actuó con desprecio hacia ella, aceleró cuando debió detener la marcha, eligió acelerar, eligiendo también su destino. No se detuvo ni un instante, siempre intentando perder a sus perseguidores, zigzagueando en la ruta como si estuviese jugando, con el único fin de escapar, representándose siempre el resultado".

Aclaró que "no tuvo la intención directa de matar, pero sí tuvo conocimiento de que podía producir un mal, e igualmente efectuó la acción. No es posible pensarlo de otra manera. Hurtó, intentó huir, se adelantó por la banquina, terminó en el carril contrario y provocó con su accionar la muerte de una persona".

Para los jueces, el delincuente no tuvo la intención directa de matar, pero sí era consciente de que con su accionar ponía en riesgo la vida de otros.

La condena unánime acreditó la teoría de la fiscalía, sobre la base de varios testimonios, como los de los policías que fueron en persecución de Bastías y su cómplice por Ruta 151, o la pericia criminalística y la reconstrucción virtual.

"Amerita el dolo eventual, es un caso muy sólido y que sienta precedente en la provincia y no sé si también en la zona. No queda otra explicación. Esto no fue un accidente, fue un homicidio. Bastías sabía que podía matar y avanzó con una alocada carrera hacia la muerte. Podría haber sido otra persona, incluso él mismo", reflexionó el fiscal jefe, Herrera.

Respecto de los alegatos de la defensa, que criticó el procedimiento persecutorio desplegado por la Policía como forma de justificar el accionar de Bastías, la jueza Caruso dijo que el personal actuó de manera preventiva. Consideró que desempeñaron una persecución prolija, para nada desmedida, que no implicó peligro para Bastías y su consorte, y que además había sido consecuencia de la fuga que emprendieron estos.

--> Una tragedia que enlutó a la ciudad

El hecho ocurrió el 25 de mayo de 2018. El imputado y un acompañante robaron un Volkswagen Pointer que estaba estacionado en el barrio Managua. En la huida, Bastías realizó varias maniobras peligrosas sobre la Ruta 151, en dirección a Cinco Saltos. Al advertir la presencia policial, aceleró y casi chocó contra una rotonda. Luego, comenzó a zigzaguear sobrepasando vehículos. A uno lo pasó por la banquina, pero al volver a la calzada cruzó al carril contrario, chocó e impactó de frente contra el Ford Fiesta, conducido por la víctima. El acusado también sufrió lesiones de consideración y quedó en silla de ruedas. Por eso no fue a la cárcel. Hasta ahora estuvo detenido en su casa con una pulsera electrónica.