Recuperan terreno usurpado gracias a desalojo del Municipio

Una familia de Cipolletti recuperó un terreno ubicado frente a la rotonda de las Rutas 22 y 151 al que no pudo acceder durante cerca de 20 años, luego de que el municipio local interviniera con la demolición de una construcción que era utilizada como aguantadero y retirara carteles publicitarios que no contaban con la habilitación oficial.

El caso tiene características particulares porque no se trató de una usurpación, sino que ocupantes de un sector que pertenece a Vialidad Nacional les bloquearon el acceso a la propiedad que había sido adquirida por los abuelos de los damnificados, cuando aún era un proyecto la senda vehicular.

El lote tiene forma de triángulo de unos 26 x 40 metros y se encuentra entre el canal de riego lindante al puente ferroviario y la finalización de la calle Pacheco, frente a la rotonda y donde en la parte de atrás, contra el terraplén de las vías, se consolidó una urbanización.

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Marco Berte, uno de los propietarios, relató que el problema se inició hace unas dos décadas, cuando se instaló en el predio vecino un vivero que con el tiempo contó con el aval de OCCOVI (Órgano de Control de las Concesiones Viales) dependiente de la Dirección Nacional de Vialidad.

Pero el dueño de ese emprendimiento comercial comenzó a ganar espacio poniendo primero plantas y macetas en exhibición, pero luego fue ampliando las instalaciones hasta taparles por completo la entrada, explicó.

A ello se sumó que comenzaron a colocar grandes carteles publicitarios, con lo que quedó al descubierto un negociado cuyos responsables contaban con asesoramiento legal que les permitía seguir generando beneficios, agregó.

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Iniciaron un reclamo judicial con el fin de contar con el acceso, pero la causa no prosperó, y finalmente desistieron. También se reunieron con funcionarios de Vialidad, pero tampoco dio resultado.

“Nosotros no teníamos experiencias en temas legales y no le dimos importancia. Pero nos llegaban multas porque no limpiábamos el baldío, al que no podíamos acceder”, sostuvo Berte.

"Era como si construyeran en la vereda de tu casa. No podés entrar ni salir", destacó.

Posteriormente el dueño del vivero falleció y la edificación que había levantado quedó en situación de abandono y se convirtió en un aguantadero, frecuentado por delincuentes, lo que ponía en riesgo la seguridad de vecinos, dado que hay una línea de locales comerciales, como también de transeúntes.

Doble beneficio

La posibilidad de volver a tomar posesión de la propiedad apareció en los primeros meses del año, cuando el recién asumido intendente Rodrigo Buteler puso en marcha un programa para recuperar espacios públicos y erradicar aguantaderos.

“En enero me llamaron para ver si el terreno era nuestro. Presentamos la documentación, les contamos la historia y ya en junio habían sacado a la gente y sacaron los carteles”, resaltó Gisell, hermana de Marco, quienes ponderaron la gestión concretada por el gobierno comunal.

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“No hay confianza si no hay justicia. Hoy pudimos devolverles a sus propietarios un terreno tomado que estuvo en puja durante 20 años. Estamos trabajando en recuperar una ciudad que es de todos, una ciudad segura y justa”, subrayó Buteler en sus redes sociales.

Agregó que de esta manera crecen las expectativas de que el gobierno nacional impulse mejores en el sector.

“Lo importante es que el día de la mañana y si tenemos suerte y Vialidad termina la ruta, queda el espacio para poder ampliar la calzada. Hay un doble beneficio: para los propietarios y para la ciudad”, añadió.

En cuanto al destino del lote, Berte indicó que limpiarán el predio y lo cercarán, para evitar otras ocupaciones. Después verán.