Así se vivió la previa a la llegada de Macri en las calles neuquinas

En medio de banderas argentinas flameando y cánticos convencidos de “dar vuelta” las elecciones del próximo 27 de octubre, vecinos de la capital neuquina y de localidades cercanas asistieron al monumento a San Martín en apoyo a la continuidad de la gestión del presidente Mauricio Macri, bajo el lema “Sí se puede”.

Hubo gente de todas las edades, matrimonios con pequeños hijos y algunos jóvenes sosteniendo carteles que exclamaban: “Sí se puede”. Otros, irónicos, también aseguraban: "El gato la da vuelta".

Orgulloso, un comerciante recorrió casi 400 kilómetros para conocer al presidente y apoyar su gestión, con un cartel que sostenía con las dos manos y que anunciaba "Chos Malal". Sobre las mejores medidas tomadas por Macri en estos casi cuatro años, el vecino opinó: “Yo tengo mi postura y digo que no me interesa ver Fútbol Para Todos. Lo mismo con darle un sueldo a los presos. Eso pasaba antes, hoy se lo sacaron y me parece perfecto”. Dijo, además, que si bien “el cambio en el pueblo no es mucho, uno ve que día a día se está mejorando la situación económica”. “Es lento, pero se está mejorando”, remarcó.

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Inés, que vino desde Cipolletti con sus pequeñas hijas, se mantuvo tímidamente en las escalinatas del edificio municipal y dijo que asistió “más que por Macri, por miedo de volver a la corrupción del pasado” y destacó como positivo de esta gestión “cómo creció el país en cuanto a integrarse internacionalmente y ser más abierto a los países del primer mundo”.

Otro hombre, profundamente enojado por la contramarcha que ATE sostuvo unos minutos en las calles aledañas al monumento, aseguró que el presidente "es la única persona que nos puede saca de este patoterismo". Si bien no destacó ninguna medida de la gestión, dijo que Macri "nos ha dado un ejemplo de honestidad, de trabajo y de educación que muy poca gente del otro lado puede dar".

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La contracara de la fiesta de bienvenida a Macri fue Piñón Fijo, quien se paseaba entre la gente intentando sacar una sonrisa a los más chiquitos y convencer a los más grandes para que compren un globo a cincuenta pesos. Con 57 años, vino desde General Roca para –como todos los días desde hace 20 años- poder ganar “una moneda” con sus “payasadas”.

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“Estoy en una situación económica muy mala y tengo que trabajar todos los días de payaso para ganarme la vida, esté el presidente que esté. La política para mí es trabajar, la vida te va enseñando cosas que uno en la calle las ve y las aprende”, contó a LMN. Y confió, además, la difícil situación personal que atraviesa: “Esta semana falleció mi bebé que nació muy prematura, vivió ocho días. Pero hay que seguir trabajando y seguir adelante”.

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