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Quejas en Ferri contra el plan municipal de reparto de leña

Afirman que no son muchos los beneficiarios del programa Compromiso Calor y que el material es poco y de inferior calidad.

En el barrio Ferri, integrado por varios sectores poblacionales, además de una amplia zona rural, están muy desilusionados, enojados y disconformes con el Plan Compromiso Calor que está concretando el Municipio para ayudar a los vecinos a combatir el frío. Afirman, al respecto, que son muy pocos los beneficiarios y que las bolsas de leña que se entregan contienen una cantidad muy exigua del combustible vegetal.

Los vecinos estiman que en la actual edición de la iniciativa comunal serían menos que el año pasado las familias que han logrado ser incluidas en los registros oficiales y en ello habría tenido mucho que ver el hecho de que el llamado a inscribirse no habría tenido la difusión adecuada y la anotación sólo por las mañanas les habría dificultado los trámites a unos cuantos.

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Así lo refirió el dirigente Juan Acevedo, de la barriada Nuevo Ferri, quien no descartó que el problema, en el fondo, pueda estar relacionado con una necesidad del Municipio de realizar ajustes en sus gastos y, por tal motivo, recortar sus inversiones, en este caso, para la adquisición de mayores volúmenes de leña.

Lo cierto, según el vecinalista, es que son muy pocos los hogares beneficiarios, a razón de no más de dos viviendas por cuadra, sumadas ambas veredas. Y las bolsas que se entregan, de 30 kilos, no alcanzan más que para un puñado de días, dado el uso intensivo que se hace del material en estos días de temperaturas muy bajas.

A ello contribuiría, además, que la mayor parte de la leña sería del tipo de la de álamo, que arde con intensidad, pero dura muy poco antes de volverse cenizas. De la leña dura, la mejor por su poder calórico y rendimiento, vendría menos en el aprovisionamiento gubernamental.

Acevedo manifestó que la amplia mayoría de los habitantes de Ferri depende de la leña para su calefacción y son muchos los grupos familiares que carecen de los ingresos suficientes para adquirir un bin de leña, ya que su costo ronda los 4.000 pesos. Además, este cargamento dura unos pocos días y hay que volver a comprar otro.

Las garrafas mejor no utilizarlas para calefacción por su alto precio, que ronda los 800 a 1.000 pesos en el barrio, aunque se las puede conseguir algo más baratas en los depósitos y estaciones de servicio. Si una garrafa se la usa todo el día para calefaccionar, no dura más de un par de jornadas. Usándola en forma más o menos moderada puede extenderse hasta unos cuantos días o incluso una semana. Pero no hay bolsillo que aguante los recambios en períodos muy cortos.

Al final, muchos vecinos optan por encender estufas eléctricas o caloventores, pero el problema es el riesgo de apagones por la sobrecarga de la red eléctrica precaria que existe en gran parte de Ferri, que solo tiene servicio regular en las ocho manzanas de Ferri Viejo y en las 64 viviendas. Pero Nuevo Ferri, con 20 manzanas, más los numerosos hogares de las tomas de las vías, no disponen de un suministro normalizado.

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