Presencia de lujo confirmada en La Corrida y aquella gran injusticia

Viene por el "bi". La atleta tandilense Luján Urrutia, última ganadora de los 10 km femeninos, confirmó su participación para la edición 37° de La Corrida Ciudad de Cipolletti.

“Me siento muy bien, fuerte. Realicé una buena pretemporada, ya estoy agarrando ritmos de competencias y tengo fe de que va a salir nuevamente una buena carrera, como la que pude ganar el año pasado”, indicó la atleta.

Oriunda de la tierra de la emblemática Elisa Cobaneoa, intentará mejorar la marca de 34’53” para ratificar el primer puesto y ganar por segundo año consecutivo la prueba. No será una tarea fácil, porque también confirmaron su presencia Antonella Guerrero y Karina Fuentealba, que llegaron en el tercer y cuarto lugar.

“Esta será mi segunda competencia del año. Hace dos semanas estuve en la corrida internacional del Diario Crónica en Comodoro Rivadavia, es una de las carreras más duras del país”.

Luján viene de conseguir un 3° puesto, corriendo con grandes atletas de elite que llegaron de distintos países.

“Me siento muy feliz de volver a Cipolletti, siempre la organización de la competencia es excelente, nos tratan muy bien a los atletas y son muy atentos”.

Recientemente medidores internacionales estuvieron en la ciudad para recorrer las calles del circuito que busca nuevamente la homologación internacional.

“El circuito es muy rápido y eso está bueno. Más el aliento de toda la gente durante el recorrido, hace que la carrera sea una fiesta y hermosa” aseguró.

El objetivo de Luján Urrutia será meterse en el podio e intentar correr dentro de sus marcas en 10 kilómetros.

Aquel triste momento

Nada le resultó fácil a Luján. Cabe recordar que una vez en Lima por la falta de cupo tuvo que correr la prueba común entre la gente, haciendo un esfuerzo supremo para llegar.

Pero el trago más amargo para ella fue en 2017 cuando logró el 9° mejor tiempo nacional en el maratón de Hamburgo, pero no pudo clasificarse al Mundial por 39 segundos. Y, encima, al volver al país la despidieron de su trabajo.

Es que al retornar, en las cabañas en donde realizaba diferentes tareas en la cocina le respondieron con un lapidario "no vengas más”.

La atleta ya tenía un antecedente. Había faltado algunos días en el verano para viajar a Uruguay, donde compitió en tres pruebas y se subió al podio en todas. La amparaba una ley nacional del deporte, y en el viaje a Europa sucedió lo mismo. Pero el hecho de “no tenerla para trabajar”, llevó a que buscaran a otra persona “que diera más con el perfil que necesitaban”. Así fue como de un día para otro, Luján se quedó “sin el pan y sin la torta”.

Pero vaya si la vida y el deporte la recompensarían luego a esta atleta de elite.