Le pidieron un cigarrillo, le dieron una paliza y siguen libres

Una pareja de asaltantes que junto a un cómplice que no pudo ser ubicado agredió ferozmente a golpes a un muchacho que caminaba por un barrio cipoleño recibió penas de prisión en suspenso y la obligación de cumplir pautas de conducta, por lo que ambos seguirán libres.

El ataque, que se determinó había sido planificado, ocurrió la madrugada del 23 de octubre del año pasado, alrededor de las 3, en inmediaciones de la esquina de Ituzaingó y Miguel Muñoz, por donde iba la víctima rumbo a su casa. Ahí apareció Daniel Sáez y le pidió un cigarrillo. Sin embargo, al responderle que no tenía el otro le ordenó que le entregara el teléfono. El joven intentó correr, pero el delincuente junto a otro que no fue identificado lo tiraron al piso, donde le dieron piñas y patadas en el rostro y la cabeza. Después le arrancaron su mochila, en la que tenía el celular, un equipo de mate, un manojo de llaves, una billetera con sus documentos personales y $4 mil y escaparon junto a Jessica Bascur, quien los esperaba a los pocos metros y había actuado de campana.

Herido e incomunicado, logró ponerse en contacto con la policía. Lo asistió un patrullero, cuyos efectivos procedieron a trasladarlo a su casa. Pero en el camino, en Ecuador al 400, reconoció a los tres asaltantes con sus pertenencias, por lo que bajó un policía con el fin de identificarlos. Pero Sáez no lo aceptó y le dio un golpe en la cabeza para huir corriendo. Pero no lo logró y fue atrapado junto a la mujer, mientras el tercer sujeto si pudo escapar.

El hombre fue imputado por el delito de “robo agravado por haber sido cometido en poblado y en banda, en concurso real con atentado agravado por haber puesto manos en la autoridad”.

Mientras que su compañera como partícipe secundario por “robo agravado por haber sido cometido en poblado y en banda”.

La causa derivó en un juicio abreviado concretado en una audiencia realizada semanas atrás, en la que ambos admitieron haber cometido los hechos. Sáez resultó condenado a 3 años de prisión condicional debido a sus antecedentes penales, mientras que a Bascur le dieron 1 año y 6 meses, también de manera condicional. Además, el castigo incluyó para los dos el cumplimiento de pautas de conducta por dos años. Entre ellas no acercarse a la víctima al domicilio de la menos de 200. Las demás son de rigor: mantener domicilio y no mudarse sin aviso, asistir cada tres meses al Instituto de Asistencia de Presos y Liberados para informar sus condiciones de vida y estar a derecho, no cometer nuevos delitos ni abusar de bebidas alcohólicas ni drogas en la vía pública. Les advirtieron que en caso de incumplimientos podrían revocarles la condicionalidad de la pena y cumplirla tras las rejas.