Denunció a un amigo por "insinuaciones" y maniobras con evidencias desagradables

Un grave y oscuro caso de hostigamiento de índole sexual denunció una joven de Viedma, que pidió medidas de protección porque le tiene miedo. El acusado es un amigo con el comparte el ámbito deportivo y el educativo en dos instituciones de la capital provincial.

La chica formalizó la presentación el 29 de mayo último en la Comisaría de la Familia y fue encuadrada en lo que expresa la Ley 26.485, que sanciona la violencia contra las mujeres.

En su relato, indicó que conoció al muchacho en un club donde jugaban al rugby y que también siguen la misma carrera académica, por lo que entablaron un vínculo de amistad.

Sin embargo dijo que a principios de esta año comenzó a revelar “actitudes extrañas” y le destinaba “insinuaciones”, gestos que sus otras amistades también lo habían advertido, pero que creyó que eran “parte de su forma de ser”.

Tomar distancia

Ella entonces decidió “tomar distancia para evitar malentendidos”, y el 15 de marzo dejó de hablarle un día entero.

Sin embargo, el hombre no asumió el mensaje y se le apareció en su casa, donde estuvo dos horas afuera llamándola “insistentemente en reiteradas oportunidades”.

Ante tal obstinación, le pidió que no volviera a presentarse en su domicilio de esa manera, a lo que él le respondió que “una amiga se había suicidado” y que estaba estaba preocupado por su bienestar, por lo que alegó que “era su manera de protegerla”.

Pero faltaba lo peor. El 30 de mismo mes (marzo) estaba en su casa, cuando una vecina le informó que el insistente joven se había presentado nuevamente en su vivienda, donde se había quedado en la puerta de ingreso.

El espanto de una vecina

Más grave aún porque revelaba un costado perverso, la vecina le dijo que el visitante estaba “masturbándose” y que había dejado “evidencia de ello”.

La víctima pidió que le impusieran al depravado la prohibición de acercamiento. Dijo que el acusado se encontraría en la ciudad de Rawson, Chubut, de donde es oriundo, y que temía que volviera, dado que sus pertenencias se encontraban aún en Viedma.

Para darle mayor sostén a la acusación, aportó los datos identificatorios del denunciado, incluyendo nombre completo, características físicas, número telefónico de contacto, teléfono de su madre (a quien identifica como Patricia) y dirección donde puede ser ubicado en Rawson.

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El Superior Tribunal de Justicia tiene que resolver la queja presentada por la Fiscalía y la Querella. El acusado fue condenado y luego absuelto.

Archivo

La denuncia tuvo la intervención del Juzgado Civil Nº 3 a cargo de Leandro Oyola, quien dictaminó que resultaba procedente “dictar medidas de protección” de acuerdo a lo que establece la Ley 26485, de Protección Integral a las Mujeres.

En este marco, el magistrado le prohíbe al joven acercarse en un radio no menor de 200 metros de donde se encuentre la chica, y le ordenó “el cese de todo acto violento, perturbador”, por cualquier medio en que fuere posible. Como terceras personas, por teléfono, redes sociales y otras plataformas de mensajerías.

Además el juez dispuso que la policía notifique la resolución al acusado en su domicilio de Viedma una vez que confirmen donde queda.

En tanto que le advierten al hombre que en caso de incumplimiento de las medidas de protección dispuestas, se aplicarán las sanciones establecidas en la normativa y se remitirá el expediente a la justicia penal, ante la posible comisión del delito de desobediencia judicial.