Perpetua para el Chacal por "desprecio a la vida"
Fue el castigo para José Zapata, quien asesinó al odontólogo Parlanti.
Agentes penitenciarios y policías escoltaron ayer a José Zapata tras la lectura del fallo en la Cámara Primera.
Gustavo Arroyo
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Con las manos entrelazadas y las piernas bien juntas, la viuda del odontólogo Héctor Carlos Parlanti, María Paula Rossarolli, escuchó el único veredicto que se merecía el asesino de su esposo: prisión perpetua. Después, no pudo evitar la emoción y se cubrió el rostro con las manos. Su representante legal, el abogado Diego Vázquez, se apresuró para abrazarla y contenerla. De esta forma, quedó cerrado un largo proceso judicial que se inició en la fatídica madrugada del 7 de enero de 2012, cuando José Antonio Zapata colocó varias planchuelas de miguelitos en un sector de la Ruta Provincial 70 con la intención de asaltar a los automovilistas que cruzaban por el lugar.
El destino quiso que Parlanti se transformara en la víctima del Chacal de las Rutas, que protagonizó hechos similares en la Ruta Nacional 151 y en la Ruta 6.
Con esos antecedentes y penas de prisión superiores a los 30 años, llegó ayer pasadas las 19 a la sala de audiencias de la Cámara en lo Criminal Primera de esta ciudad. Debido a su peligrosidad y a su experiencia en fugas, se dispuso un cordón de seguridad de seis agentes policiales.
Con la vista fija en el camarista Álvaro Meynet, Zapata siguió imperturbable la lectura de la sentencia y cuando confirmaron la pena máxima, apenas se rascó un poco el ojo derecho. Su confesión durante el juicio oral y las varias pruebas en su contra determinaron que la Cámara Primera declarara su responsabilidad y autoría por el delito de homicidio criminis causa. No se tuvo presente el relato del acusado sobre un disparo accidental, y los jueces consideraron que la víctima fue obligada a bajarse de su vehículo y, a unos diez metros, ultimada a sangre fría. "Lo que propugna la defensa del disparo accidental no se puede considerar", indicó Meynet.
Ya en la parte resolutiva, el tribunal fue enfático en el "desprecio a la vida humana" de Zapata y por ese motivo no dudó en dictarle la prisión perpetua. Por el contrario, los camaristas cipoleños resolvieron absolver de culpa y cargo al sobrino de Zapata no sólo porque en su declaración afirmó su inocencia sino por la ausencia de pruebas que confirmen su presencia en el lugar de los hechos.
Sin perdón
Un criminal récord en la Patagonia
El asesino José Zapata es un hombre fornido y que se distingue por su altura, una nariz pronunciada y cejas arqueadas hacia arriba. Tiene la mirada fría y no desconoce lo que es estar frente a un tribunal integrado, en ocasiones, por reputados juristas. "Esa es la sentencia, Zapata", le explicó ayer el camarista Álvaro Meynet una vez finalizada la lectura de la parte resolutiva de una sentencia de varias carillas. De manera hosca, el criminal no se preocupó demasiado por el nuevo castigo y sólo dijo que hablaría con su defensor oficial.
Zapata acumula un récord de condenas, con penas de prisión unificadas en 35 años y otros fallos que todavía no están firmes, como el violento asalto que tuvo como víctima a un matrimonio de Cipolletti, en la Ruta 151. Por el contrario, la Justicia pudo avanzar con la unificación en viejas causas penales que incluyeron violaciones.
Con el castigo de ayer, el Chacal se transforma en uno de los criminales que acumula más penas de prisión en la Patagonia.
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