Los murciélagos vuelven a invadir el barrio Bogotá

“Ya no se puede más. Con estos calores es inevitable dormir con la ventana abierta, una que vive arriba. Y los murciélagos entran como panchos por su casa, además de todos los peligros que hay”, sostiene con resignación una vecina del barrio Bogotá que, como en cada verano, vuelve a sufrir la repugnante invasión de los murciélagos.

Un problema de larga data al que pese a las promesas aún no se le encuentran soluciones, por lo que la gente de esa zona debe lidiar y convivir con la desagradable e incontrolable situación.

Es sabido que los murciélagos son transmisores de algunas enfermedades, como la rabia, lo que no solo afecta y pone en alerta a las personas sino también a sus mascotas. Sin ir más lejos, hace poco, un posible caso de rabia de un gato causó temor en la ciudad.

Los murciélagos encontraron en el sector condiciones propicias para alimentarse y esconderse, y por eso en cada período estival reaparecen y hacen nidos en el lugar.

Cabe recordar que hace dos años desde el Municipio se comprometieron a combatir a esta verdadera plaga en dos tramos, uno de los cuales consistía en la limpieza del barrio y la otra directamente en acciones para ahuyentar a los temibles visitantes.

Pero a la fecha “todo sigue igual, nada cambió”, cuentan los lugareños. Una de las trabas es que no se los puede matar, ya que existe una ley y un protocolo nacional y provincial que los protegen.

La voz oficial

Marina Marini, titular de Zoonosis y Vectores, explicó: “Nosotros no recibimos denuncia alguna desde que estoy en octubre de 2021. Aún así, la realidad es que es muy difícil cerrar el lugar donde están los murciélagos, necesitamos la ayuda también de otras áreas y de los vecinos. Nosotros trabajamos en la prevención, pero la idea es coordinar también con Uresa (Unidad Regional de Epidemiología y Salud Ambiental), que trabaja con la ley de provincial de rabia. En Zoonosis solo hacemos castraciones”. Recordó que “no es posible exterminarlos, no son bichos”, y aseguró que la mejor manera de prevenir es que los vecinos vacunen a sus perros y gatos.

“La estrategia sería cerrar las madrigueras en el barrio, lugares donde murciélagos duermen que salen de noche. No se los mata, pero sí se ponen ventanas donde ellos pueden salir pero no pueden volver a ingresar. Eso lleva un costo, una estructura y un movimiento de gente, tendría que ser coordinado con otras áreas del Municipio”, recalcó la veterinaria.

La pesadilla de cada verano continúa en el Bogotá.